EL QUINTO EN DISCORDIA
Quien pega primero…
Llevamos unas semanas comentando que el mercado se empezaba a desperezar porque prácticamente todos los lunes nos toca comentar alguna operación corporativa –y esta semana no ha sido menos– pero quizá el último anuncio de Criteria estos días –la compra de un 10% de la multinacional española ACS– nos da pie a detenernos en lo que está haciendo la compañía catalana. En cosa de pocos meses y tras un periodo largo de letargo, Criteria se ha lanzado a tomar participaciones más o menos significativas en compañías cotizadas españolas. Con los casi 4.000 millones de los que de momento ha dispuesto ha comprado participaciones en compañías de diferente pelaje y por motivaciones completamente distintas.
Y más allá de las razones que en uno u otro caso le hayan podido llevar a hacer una u otra inversión, quizá lo más destacable sea que el grueso de las mismas se ha producido en muy poco tiempo –y probablemente nos quede alguna otra por ver–. Han pasado de estar a la expectativa a entrar con todo. No parece que sea una casualidad. Y probablemente lo importante sea entender las razones que les han llevado a cambiar el tranco porque parecen tener muy claro que es el momento para apostar fuerte, mucho, por muchos negocios que tienen el mínimo común denominador de ser españoles.
A ese cambio de estrategia probablemente ayude la mejora sustancial de la cuenta de resultados de los bancos en general y de Caixa en particular pero probablemente esto también sea más un síntoma que una causa porque las cosas le van bien a la banca como hacen primero, es lo que acaba haciendo el resto. complejos pusieron la primera piedra a estos planteamientos económicos que ahora están impulsando prácticamente todos los gobernantes.
Evidentemente Estados Unidos es quien lleva la voz cantante y lo que pueda pasar el próximo mes de noviembre en las elecciones presidenciales es determinante. Pero importa destacar que en lo económico, ambos presidentes aunque haya sido por caminos diferentes han llegado a políticas parecidas. El «America first» no se diferencia mucho de la «inflation act» de Biden. Mayores aranceles y tratar de volver a producir en casa con fuertes programas de estimulo fiscal que se diferencian en las mayores o menores connotaciones verdes que puedan tener cada uno de los planteamientos.
China que lógicamente ha sido la gran beneficiaria de la apertura económica sin precedentes de los últimos treinta años es la que ahora trata de defenderse ante el evidente cambio de rumbo del comercio mundial. Y el riesgo para Europa es caer en la insignificancia tras muchos años en los que no sabía bien hacia donde encaminar sus esfuerzos.
Los riesgos de la revisión del modelo neoliberal son evidentes. Ir demasiado lejos con el modelo neokinesiano en auge puede suponer un importante freno del crecimiento mundial mirando para adelante. Ahora, cuesta ser optimistas y pensar que se puede volver rápida a un papel más relevante de las instituciones multilaterales por la deriva actual que trata de dar respuesta a una insatisfacción generalizada con la economía que no se corresponde tanto con los datos de crecimiento del mundo en su conjunto. Quizá sea necesaria mayor pedagogía pero no parece que desandar el camino andado sea la forma de reencauzar las cosas.