La Junta relegó al equipo que lideró la candidatura de Itálica a la Unesco
▸Cultura informó a Civisur de que se harían cargo en solitario del proyecto, que se ha desinflado en estos meses ▸El valor excepcional para ser Patrimonio Mundial fue avalado hace ahora un año por los mayores expertos en Roma
Seis años lleva Itálica esperando en la lista indicativa española a que el Ministerio de Cultura la presente ante la Unesco para conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Pero el escollo no está ahora en el Gobierno central sino en el propietario del bien, que es la Junta de Andalucía. Desde que el pasado mes de febrero la Consejería de Cultura asumió el liderazgo del proyecto a manos de Civisur –que lo impulsó en 2016–, todo se ha ralentizado. Pese a que en un principio el Gobierno andaluz se comprometió con esta entidad que emana de la sociedad civil a que contaría con lel equipo que a lo largo de estos años han defendido el proyecto, finalmente la Dirección General de Patrimonio Histórico les informó de que el camino restante lo emprenderían en solitario con sus propios técnicos, que van a reformular la candidatura.
La explicación que ofrecen tras relegar a los expertos que durante ocho años han llevado la candidatura de Itálica a las puertas de la Unesco es que el nuevo documento tiene que adaptase a las exigencias actuales de este organismo de las Naciones Unidas antes de que se presente al Ministerio de Cultura para su valoración y elevación al Consejo de Patrimonio Histórico, que es quien elige qué candidatura llevará España cada año a la Conferencia de París.
La realidad es que el proyecto se ha ido desinflando en los últimos meses, hasta el punto de que el propio consejero ha reconocido las dificultades de que prospere teniendo en cuenta las trabas que le pusieron en Madrid hace algo más de un año. «Hay demasiada Roma ya», vinieron a decirle a la candidatura de Itálica, por parte del Ministerio de Cultura. La entidad impulsora, no obstante, antes de proseguir, llamó a la puerta de los mayores expertos en el mundo romano, referencia a nivel internacional, para que evaluaran las posibilidades. Entre ellos se encontraban Félix Arnold, director científico del Deutsches Archäologisches Institut de Madrid; Elena Calandra, directora del Istituto Centrale per l’Archeologia de Italia; Annalisa Lo Monaco, profesora titular de Arqueología de La Sapienza Università di Roma; Anna María Reggiani y directora general emérita del Departamento de Arqueología del Ministerio de la Cultura de Italia.
En sus conclusiones avalaron por completo la candidatura en junio del año pasado. «El sitio arqueológico de Itálica reúne todas las condiciones necesarias para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco», certificaban. En relación con su Valor Universal Excepcional (VUE) defendido en el último formulario elaborado por Civisur, los expertos confirman que el urbanismo de Itálica «es un testimonio excepcional del intercambio de ideas y valores diversos del ámbito circunmediterráneo que contribuyó a constituir el momento de máximo esplendor cultural del Imperio Romano»; y reconocían «el valor de ‘Itálica, Ciudad Adrianea’ como testimonio excepcional de la civilización romana, un elemento clave en el origen del concepto de la Europa moderna».
Es decir, que el VUE con el que Itálica se presenta ante el mundo es su urbanismo, y nada tiene que ver con el presunto hallazgo que se comunicó a bombo y platillo en 2023 del circo romano. Ayer se informó de que todo había resultado un error. Se descartaba por completo aquella teoría a la que se llegó mediante estudios geofísicos.
El descubimiento del circo romano, ahora descartado, nunca fue argumento para obtener el sello de la Unesco