España, quinto país de la UE con más caída de la productividad por ocupado desde 2018
El ‘think tank’ de la CEOE achaca el descenso de casi un 2% a la rebaja de jornada que ya se produce
La economía española arrastra un problema con la productividad que lleva enquistado desde hace años y los últimos datos no invitan al optimismo, sino todo lo contrario. Según hizo público ayer el Instituto de Estudios Económicos (IEE) en su último informe sobre la materia, la productividad por ocupado en nuestro país cayó un 1,9% entre 2018 y 2023, coincidiendo con el Gobierno de Pedro Sánchez. De nuevo, España destaca en esta métrica por situarse entre los peores países de la Unión Europea.
Esta caída de casi el 2% es el quinto peor dato del Viejo Continente, solo por delante de Austria, Finlandia, Francia y Luxemburgo, que registraron cifras todavía más negativas en el mismo periodo. La comparativa con la UE tampoco resulta positiva ya que la media del territorio aumentó su productividad por ocupado en un 1,3% mientras que en España se dio una caída.
Además, marcar descensos en la productividad es algo que lastra el propio crecimiento económico y de las empresas de ese país, como destaca el ‘think tank’ de la CEOE. «Los países que presentan los niveles de productividad más elevados, tanto por hora como por ocupado, se corresponden con los países donde los niveles de PIB per cápita son mayores», añade la institución. En el caso de España, el IEE tiene claro el culpable: la reducción paulatina de las jornadas que ya se viene produciendo desde hace años: «Esta pérdida se explica, en buena medida, por la fuerte reducción de la jornada media registrada en España desde el año 2018 con un retroceso de esta del 3,8% frente a la disminución del 1,5% acontecida en la UE». Esto entra en contradicción con la tesis que mantiene el Gobierno en su cruzada por reducir por ley la jornada laboral en España; la vicepresidenta Yolanda Díaz justifica la medida, en parte, como una forma de aumentar la productividad y, en cambio, los datos muestran lo contrario.
Lo cierto es que, aunque el Ejecutivo quiere imponer por ley la reducción de jornada a 37,5 horas, el tiempo de trabajo ya se ha venido reduciendo por varias razones. Entre ellas, el absentismo, la maraña de permisos laborales generados en la ‘era Sánchez’ y que algunos convenios –en grandes empresas– ya contemplan jornadas más reducidas. Gregorio Izquierdo, director general del IEE, apunta a que hay una «brecha» entre las horas trabajadas y las pactadas.
El ‘think tank’ de la CEOE, asimismo, también analiza en su informe un periodo más amplio en el que se aprecia que el problema viene de lejos, pero que se ha acrecentado desde 2018. Entre 2013 y 2018 sí que hubo un incremento
de la productividad por ocupado del 2,7% en España, mientras que la media de la UE fue de un alza del 4,6%. De nuevo España aparece en el quinto lugar por la cola. Y la evolución resultante en el conjunto del periodo, es decir, entre 2013 y 2023, una década, tampoco sale bien parada; lo que se ganó en el primer quinquenio prácticamente se perdió en el segundo. «La productividad por ocupado, entre 2013 y 2023, ha crecido un 5,9% en la UE, mientras que, en España, tan solo lo ha hecho en un 0,7%, cifra tan limitada que implica un cierto estancamiento de este componente que justifica que el mismo deba ser objeto de atención dentro de nuestra política económica», indica el informe.
Ante este escenario, Izquierdo destaca que en otros países ha sido posible reducir la jornada ya que antes se han producido ganancias de productividad, y no al revés como pretende el Ejecutivo. Apunta a que rebajar el tiempo de trabajo cuando la productividad va a la baja lo que hace es aumentar los costes laborales y deteriorar el empleo.