ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Tenso encuentro del alcalde y un grupo de pensionistas
Un centenar de personas se concentró a mediodía de ayer en la plaza del Pan de Talavera para protestar ante las puertas del Ayuntamiento por la que consideran «ridícula» subida de las pensiones del 0,25 por ciento. Era una convocatoria a nivel nacional, pero en el caso de la ciudad se ha organizado a través de mensajes en las diferentes redes sociales y sin la participación de ningún colectivo en concreto.
Los concetrados profirieron gritos e insultos dirigidos hacia el balcón del despacho del alcalde, Jaime Ramos, al que pedían que se asomara para hablar con los manifestantes. Tras un acto en el cercano Centro Cultural «El Salvador», el propio alcalde se acercó hasta la plaza del Pan para conocer de primera mano lo que estaba ocurriendo.
Ante la presencia de efectivos de la Policía Local, a los que se unieron otros de la Policía Nacional, Ramos conversó con los jubilados, que le expusieron sus reivindicaciones y, además, aprovecharon para reprocharle «lo mal que está Talavera», según dijo una mujer.
Algunos de los asistentes increparon al regidor, que estuvo acompañado por otros concejales. Y después de un acalorado debate en plena calle, el alcalde instó a los manifestantes a subir al salón de plenos para seguir con el diálogo y les aconsejó presentar en el Consistorio un escrito de protesta dirigido al Gobierno central. De hecho, Ramos les aseguró que iba a llamar al delegado del Gobierno para transmitirle sus reivindicaciones.