ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El primer albergue para padres divorciados
La Iglesia católica inaugura un pionero centro para acoger a hombres separados sin hogar, en un pueblo a 50 kilómetros de Roma
El divorcio es siempre un episodio doloroso que para los padres puede convertirse en un escenario dantesco. Como en «Kramer contra Kramer», a menudo tras una separación solo quedan ruinas. «Soy Nicola, me he separado y tengo cuatro hijos. Ahora duermo en el coche, no tengo trabajo y no logro pagar su manutención. Mi exmujer me amenaza y pone a los hijos en mi contra. No tengo ninguna ayuda. ¿Qué hago?». Este es uno de los innumerables testimonios de padres separados que vierten sus angustias y preocupaciones en foros, buscando consuelo. Para afrontar este problema tan extendido en Italia, algunas diócesis italianas han puesto en marcha un plan para ayudar a padres separados que se ven obligados a vivir en la indigencia. El pasado fin de semana se inauguró en Tor San Lorenzo (en la localidad de Ardea), a unos 50 kilómetros de Roma, un albergue que acogerá a padres separados. Será gestionado por Cáritas y contará con un psicólogo y un asesor legal.
Italia descubrió mejor la realidad de este drama recientemente tras la noticia de que Marco della Noce, un conocido actor cómico de un programa de televisión, había caído en la ruina económica tras su separación: dormía en un coche y acudía a los comedores de Cáritas. «Cada día son más los padres que viven es tipo de situaciones dramáticas. Italia no es un país para padres separados, reducidos a la miseria por sentencias inicuas y privadas del afecto de los hijos», explica Tiziana Franchi, presidenta de la Asociación de padres separados. En Italia, en la casi totalidad de los casos, el 94,1 %, es el padre el que debe pagar la manutención, según datos del Istat (Instituto oficial de estadística).
Son diversas las historias de padres separados, pero todas se parecen en la base, según explica Gian Ettore Gassani, presidente de la Asociación de abogados matrimonialistas. «Cuatro millones de hombres separados hay en Italia y un millón de ellos pasan hambre. En la mayor parte de los casos la custodia de los hijos se da a las madres, a las que, en consecuencia, se les otorga el derecho de permanecer en la casa con ellos». A la dificultad de comenzar casi de cero, se añade el complejo camino legal, no siendo raros los casos en que se niega el derecho a ver a los hijos: «Hay situaciones en que uno o ambos genitores utilizan a los niños como medio para batallas legales o sentimentales», afirma Giorgio Ceccarelli, presidente de la Asociación de Hijos Negados. A menudo se ve a padres en los comedores de Cáritas almorzando con sus hijos. Pero su sufrimiento más grande es el de no tener un lugar en el que vivir juntos o una casa para dormir. Con la iniciativa del albergue de Tor San Lorenzo, la Iglesia católica intenta dar respuesta a este drama personal y social.