ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
URGE REDUCIR LA LOSA DE LA DEUDA
ESPAÑA ha protagonizado un loable y necesario reequilibrio de las cuentas públicas en los últimos años, tras reducir el déficit desde el 9,6 por ciento del PIB en 2011 al 3,1 con el que, posiblemente, cerrará 2017, cumpliendo así el objetivo marcado por Bruselas, pero, a pesar de esta sustancial mejora, el país sigue soportando una deuda pública que urge corregir cuanto antes para evitar males mayores. El conjunto de las administraciones acumuló un endeudamiento superior a 1,14 billones de euros hasta el pasado noviembre, un nuevo máximo histórico, después de sumar unos 9.000 millones con respecto a octubre y 42.590 millones extra en el último año, según anunció ayer el Banco de España. Esta cifra equivale al 98,4 por ciento del PIB y, aunque el Gobierno confía en cumplir el objetivo del 98,1 por ciento previsto para 2017, dicha reducción respondería tan solo al crecimiento económico y no a la imprescindible amortización de deuda.
El endeudamiento público sigue creciendo en términos nominales, como una colosal hipoteca que consume un abultado volumen de recursos en el pago de intereses, a pesar del actual contexto de tipos bajos, restando dinero a otras partidas básicas, y que limita el crecimiento potencial de la economía española, lastrando la generación de riqueza y empleo a medio y largo plazo. Además, un alto nivel de deuda mina la solvencia del Estado ante futuras turbulencias financieras y, lo peor de todo, es que constituye una pesada losa sobre los hombros de los contribuyentes, tanto presentes como futuros. Hay que aprovechar el saneamiento de las cuentas públicas y el impulso de la recuperación para amortizar deuda.