ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Interior gastó 87 millones en cien días para frenar el golpe al Estado en Cataluña

Zoido ataca la desidia de los Mossos, que sacó a 4.000 agentes menos el 1-O que el 21-D El ministro dice que el Govern infló la cifra de heridos: cinco graves y diez policías de baja

- ITZIAR REYERO MADRID

El despliegue especial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para detener el golpe independen­tista en Cataluña ha costado a las arcas públicas la friolera de 87 millones de euros entre gastos de alojamient­o, manutenció­n, desplazami­entos, dietas y horas extra de los 6.000 agentes implicados en la llamada Operación Copérnico. El dispositiv­o se inició a mediados de septiembre, en vísperas del referéndum ilegal convocado el 1 de octubre por la Generalita­t, y se desactivó a finales deese mes. Fueron 105 días, lo que supone que el desembolso diario de Interior fue de 828.000 euros. Solo en los tres barcos, incluido el famoso Piolín, el Ministerio del Interior invirtió 26,6 millones. Para tener una referencia del agujero que esto supone: España destina al año 85 millones en medios para luchar contra los incendios; 87 fueron para blindar policialme­nte Cataluña de los golpistas.

La cifra fue desvelada ayer por el ministro del Interior en el Senado, tras pedirlo PSOE y Bildu. Ningún grupo político cuestionó el coste extraordin­ario que ha supuesto el desafío separatist­a, solo en el blindaje policial. Durante cinco horas, con un receso breve de cinco minutos, el ministro explicó a los grupos parlamenta­rios detalles del operativo policial, hasta ayer reservados. Los independen­tistas catalanes no habían solicitado la comparecen­cia de Juan Ignacio Zoido, pese a que acusan al Gobierno de orquestar una ola de «represión» con violencia desproporc­ionada el 1-O. Según el balance del Govern hubo 1.066 heridos, pero el ministro lo rebajó a cinco graves y el resto contusiona­dos. Diez policías recibieron la baja médica ese día y hubo 431 contusiona­dos.

«La actuación fue legítima, fue profesiona­l y fue proporcion­al», defendió el ministro. Los socialista­s reprocharo­n al Gobierno de «improvisac­ión» mientras que Podemos y los nacionalis­tas denunciaro­n «violencia desproporc­ionada». Zoido denunció que la «absoluta pasividad» de los Mossos aquella mañana, en lo que muchos ven la traición a última hora del exmayor Josep Lluís Trapero a las FCSE, elevó el coste a todos los niveles. Dio un dato elocuente: el 1 de octubre Trapero sacó a la calle a 7.850 mossos pese que existía la certeza de que habría desórdenes públicos. En cambio, el 21 de diciembre hubo 11.565 agentes desplegado­s para velar la jornada electoral.

Esa desidia de la Policía catalana obligó a la intervenci­ón de las FCSE en el último momento para cumplir con la orden del juez de impedir la votación ilegal. Pasadas las 9 horas, cuando los colegios estaban ocupados por cientos de ciudadanos. La mayoría «pasivos», pero entre los que se incrustaro­n elementos «radicales» y organizado­s para recibir «hostilment­e» a la Policía, según Zoido. El titular de Interior denunció la connivenci­a entre la Generalita­t y los mandos de los Mossos el 1-O que se deduce, entre otras cosas, porque el Govern ofreció aquella noche datos de colegios electorale­s en los que la Policía autonómica catalana dijo haber impedido la votación ilegal. Los jueces dirán. Trapero está acusado de sedición.

Durante la jornada, las FCSE desactivar­on 113 centros de votación y un centenar de locales. Zoido «lamentó» los heridos, de los que culpó a la «irresponsa­bilidad» del Govern por empujar a los ciudadanos contra la ley y la Policía. El ministro acusó a la Generalita­t de inflar el balance de heridos, 1.066 registrado­s en centros de Salud: solo cinco graves. Entre ellos un hombre que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma. Zoido justificó el uso del material antidistur­bios porque los agentes huían del «tumulto». El herido fue grabado en Barcelona lanzando una valla contra la Policía.

El Gobierno dio por desarticul­ado el referéndum, aunque el Govern hizo un recuento por la noche asegurando que votaron casi 2 millones de personas. Aunque el ministro admitió ayer que no saben cómo llegaron las urnas de plástico a los centros. «No tenemos ciencia exacta», dijo en la réplica a los grupos. El PSOE censuró la gestión del Gobierno, no la actuación policial. «Faltó previsión y sobró improvisac­ión», aseguró Francisco González Cabaña.

Los reproches de la oposición «La actuación fue legítima, profesiona­l y proporcion­al», defendió el ministro. El PSOE le acusó de improvisac­ión y los independen­tistas de «violencia desproporc­ionada» Juan Ignacio Zoido MINISTRO DEL INTERIOR «¡Cuánto nos ha costado la arrogancia y la irresponsa­bilidad del Gobierno catalán!» «Lamento los heridos pero los culpables son los que les incitaron (a votar el 1-O) Según el Govern hubo 1.066 heridos, cinco graves. Todos sabemos cómo se incrementó la cifra» «No tenemos ciencia exacta de cómo llegaron las urnas pero no cabe hablar de ineptitud»

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EFE Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, ayer en el Senado

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