ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El Papa clama contra los que se aprovechan de los «sin papeles»
En el vuelo a Iquique, antes de marchar a Perú, Francisco casó a dos tripulantes
Al pie de una gigantesca duna que marca el comienzo del desierto más árido del planeta, el Papa Francisco clamó ayer contra «los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en regla». La misa «por la integración de los pueblos» ante el impresionante Cerro Dragón, escenario del legendario Dakar, tuvo un sabor multicultural por la abundancia de trabajadores de una docena de países limítrofes y de indígenas de muchas etnias con sus vistosos colores.
Ante más de cincuenta mil personas, en su mayoría trabajadores modestos, el Papa invitó a Chile y al mundo a estar atento «a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos a perder la alegría de la fiesta. Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares». La misa tenía un sabor de despedida de Chile, pues el Papa continuaría unas horas después su viaje hacia Perú.
Cuando abandonaba el lugar, la llegada del «papamóvil» encabritó al caballo de una mujer carabinera (policía), que se cayó al suelo hacia atrás. Francisco esperó a su lado hasta que fue introducida en una ambulancia. Pero la anécdota del día fue la boda que el Santo Padre ofició en el avión rumbo a Iquique. Paula, la jefa de personal de cabina, y Carlos, asistente de vuelo, subieron al avión del Papa con la ilusión de que bendijese sus anillos de boda. No esperaban aterrizar felizmente casados. Es el primer matrimonio que un Papa celebra en un avión.
Defiende a Barros
Antes de la misa, el Papa defendió al obispo de Osorno, Juan Barros, y tachó de «calumnias» las acusaciones que pesan contra él de encubrir abusos sexuales a menores por parte del clero en Chile porque, según precisó, «no hay pruebas» contra el prelado. «El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar», indicó. Barros ha sido acusado de no haber tramitado una denuncia judicial en el caso que inculpa al sacerdote de la diócesis de Santiago, Fernando Karadima, cuando este era su colaborador.