ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Putin, sin rival y sin sucesor, se asegura seis años más en el Kremlin
El actual presidente ruso consiguió el 76% de los votos, con una participación del 65% del electorado y que el Kremlin calificó de «histórica»
Como ya vaticinaban la mayor parte de los sondeos, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido el vencedor indiscutible de los comicios presidenciales celebrados ayer en Rusia. Según datos sobre un escrutinio del 75% de las papeletas, Putin aparece en primer lugar con el 76% de los votos, le sigue el empresario comunista, Pável Grudinin, con el 12,40% de los sufragios y en tercer lugar figura el dirigente ultranacionalista, Vladímir Zhirinovski, con el 6%.
La glamurosa presentadora televisiva, Ksenia Sobchak, ocupa el cuarto lugar con tan sólo el 1,5% de los votos, constituye la gran decepción para el electorado reformista. Peor ha sido el resultado obtenido por el economista liberal, Grigori Yavlinski, que se sitúa en quinto puesto con el 0,0% de los sufragios. Los otros tres candidatos restantes apenas alcanzan el 0,5%.
El jefe del Kremlin logró en las pasadas presidenciales, celebradas en marzo de 2012, un 63,60% de los votos. Esta vez, la victoria ha sido rotunda, lo que indica que las sanciones contra Rusia por la anexión de Crimea y la ayuda a los separatistas del este de Ucrania no le han pasado factura. Al contrario, las acciones emprendidas contra Ucrania le han reforzado. Nada más conocerse los primeros resultados, el presidente ruso se dio un baño de masas en la plaza del Manezh, junto al Kremlin, y dio las gracias a la multitud por el apoyo recibido. Putin aseguró que ve el resultado como «un reconocimiento de lo que se ha hecho en los últimos años en unas condiciones muy difíciles». «Veo en ello confianza y esperanza, una esperanza de que trabajemos con la misma intensidad, la misma responsabilidad y con resultados aún mejores», afirmó.
El equipo de campaña de Putin organizó una gran fiesta en el bello edificio del Gostini Dvor, en la céntrica calle Ilinka, junto a la Plaza Roja. Acudieron miembros del Gobierno, de la Administración
presidencial, dirigentes de la formación gubernamental Rusia Unida y diversos personajes de la vida política y cultural rusa.
Los politólogos vaticinan ya un terremoto en el seno del Partido Comunista, ya que Grudinin habría quedado por debajo del 17,18% de los votos que consiguió en 2012 el secretario general de los comunistas, Guennadi Ziugánov. Con el objetivo de haber pescado más votos, Ziugánov, que sigue encabezando el partido, cedió esta vez a Grudinin el puesto de candidato.
Sobchak, que tantas esperanzas había despertado en el segmento liberal del electorado, se puede decir que ha fracasado de forma estrepitosa. Le ha robado votos a Yavlinski, pero sin lograr ella misma remontar a posiciones más o menos dignas. Su intención era crear su propio partido político, empeño que tal vez ahora se vea frustrado. El principal líder opositor, Alexéi Navalni, que ha quedado al margen de los comicios por haber sido juzgado dos veces por delitos económicos, ya ha anunciado que no se aliará con Sobchak para ningún proyecto político. Mientras, el viejo zorro ultranacionalista, Zhirinovski, mantiene prácticamente
intacto su electorado. En 2012 obtuvo el 6,22% de los votos.
El índice de participación en las elecciones presidenciales de ayer en Rusia, según los datos facilitados por la Comisión Electoral Central (TsIK) a las 18:00 horas de Moscú era del 60%. Al cierre de los colegios no se facilitaron más datos de participación. El índice definitivo podría no llegar al 65,34% registrado en 2012. Sin embargo, a las 10:00 de la mañana había sido del 34,72% , el más alto a esa hora en las últimas dos décadas. Por eso la vicepresidenta de la Duma (Cámara Baja del Parlamento), Irina Yarovaya, se apresuró a decir que «esta participación récord indica que la gente considera fiable el sistema electoral».
Los ocho candidatos en liza votaron todos a primera hora de la mañana. Putin lo hizo a las 9:30 de la mañana, la hora más temprana en sus citas con las urnas desde que es presidente, en el colegio instalado en la Academia de Ciencias de la calle Kosiguin de Moscú, como ha venido haciendo siempre. Se había especulado con la posibilidad de que votara en Crimea. Pero en la capital rusa hoy brilla un sol radiante aunque las temperaturas son frías, unos ocho grados bajo cero. Una vez depositado su voto y antes de abandonar el edificio, periodistas preguntaron al mandatario ruso qué resultado de las elecciones consideraría satisfactorio, a lo que respondió diciendo que «cualquiera que me permita seguir desempeñando el cargo de presidente».
La decisión de Kiev de impedir que
los rusos residentes en Ucrania puedan acudir a la embajada y consulados rusos para votar ha causado indignación en Moscú. La dirección ucraniana justifica su decisión en el hecho de que las elecciones presidenciales rusas se celebren en Crimea, territorio que Rusia se anexionó hace ayer justo cuatro años.
Las primeras denuncias de irregularidades, presentadas por el equipo de observadores enviados por el principal líder opositor, Alexéi Navalni, hablaban de personas que votaron dos veces. También se considera sospechoso que en algunos centros de población de la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, la participación fuera del 100%. Los interventores enviados por Navalni no pudieron acceder a muchos colegios electorales. «En el Lejano Oriente las imágenes de cámara mostraron que en las urnas había papeletas incluso antes de la apertura de los colegios», indicó el opositor en su página web.
Situaciones similares tuvieron lugar en Artiom, en el Extremo Oriente ruso, y en Liúbertsi, en la región de Moscú. En un colegio de Cheliábinsk, en los Urales, los electores se quedaron sin papeletas para poder votar. La ONG Golos, que supervisa el cumplimiento del ejercicio del derecho al voto, recibió 859 quejas de distintos tipos de irregularidades.
Irregularidades El opositor Navalni, vetado por el Gobierno, denunció que muchas personas votaron dos veces