ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Guardiola y la «kale borroka»
Guardiola cree que es injusto que nos comparen con la «kale borroka» y los independentistas todavía creen que ellos son la democracia y no lo que pisotean. Hay una patología catalana que consiste en vivir de un modo y declarar lo contrario. Estamos tan persuadidos de nuestra superioridad moral, de tener razón y de que los demás nos ganan haciendo trampas, que cualquier espejo que nos pongan nos parece un insulto.
Cataluña ha ingresado en su momento residual, en su agonía marrón manchada del descrédito de los peores. Lo más extravagante es que no se da cuenta, y que, como Guardiola, considera injusta una comparación que no es otra que la que merece. Hay algo que el catalanismo no acaba de entender, y va a ser su mayor ruina, y es que estas actuaciones sólo contribuyen a una degradación exclusivamente catalana, que ni afecta ni preocupa al resto de España.
Hay un desenfoque, una insinceridad, un complejo de superioridad mal resuelto que lleva a los catalanistas a creer que no hacen lo que están haciendo y a pensar que son mejores de lo que por sus actos reales certifican. Esto se llama esquizofrenia, sin ánimo de frivolizar con tan grave enfermedad.
Guardiola puede decir lo que quiera, pero la violencia ha formado y forma parte de este proceso independentista, la violencia moral, cívica y física, y negarla es otra forma de violencia bastante parecida a los que en el pasado se justificaron diciendo que habían alcanzado el poder por las urnas.