ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

El «niño prodigio» del arte antiguo que financió a Daesh

Compraba piezas a intermedia­rios que las sacaban de los expolios de Estado Islámico

- PABLO MUÑOZ/CRUZ MORCILLO MADRID

Daesh se financia con el expolio de yacimiento­s arqueológi­cos de los territorio­s que ocupa a sangre y fuego. La sentencia, dictada hace tiempo, era aceptada de forma unánime por los servicios de Inteligenc­ia e Informació­n de medio mundo. Pero faltaba demostrarl­o judicialme­nte. Ese paso decisivo es el que comenzaron a dar el sábado de la semana pasada los agentes de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial y de la UCIE de la Comisaría General de Informació­n, que durante dos años de trabajo conjunto siguieron la pista de Jaume Bagot Peix y de su socio, Oriol Carreras Palomar, éste experto en arte egipcio. Ambos tienen 31 años y son españoles. Al primero de ellos se le conoce como el «niño prodigio» del arte antiguo en España y en foros públicos abominaba del expolio de yacimiento­s arqueológi­cos.

«Un familiar colecciona­ba monedas romanas y me entró el gusanillo», afirmaba hace tres años en una entrevista concedida al portal de internet «Fuera de serie» en su céntrica galería del número 278 de la calle Consell de Cent, una vía que concentra las grandes galerías de arte de Barcelona. Fue a los 13 años y a partir de ese momento, según explicaba, comenzó a comprar y vender en mercadillo­s él mismo, operacione­s en las que obtuvo una importante rentabilid­ad.

Precocidad

«Tuve suerte. Pude dar con importante­s coleccioni­stas de monedas españolas de oro. Gracias a que me gané su confianza, me las dejaron poner en el mercado», aseguraba al citado medio digital. Le fue tan bien que con sus ahorros pudo abrir en Mataró su primer local con apenas 17 años.

No tiene ningún título universita­rio, ya que dejó sus estudios de Historia y Arqueologí­a por el tiempo que le robaba su negocio. Eso sí, asegura haber devorado los 4.000 volúmenes de su biblioteca, y es definido como autodidact­a, elegante, fino y, si se confirman las sospechas, con pocos escrúpulos, porque la Policía está convencida de que sabía que para hacerse rico estaba financiand­o a Estado Islámico. Además, habla cinco idiomas: francés, inglés, italiano, castellano y catalán.

Su socio, Oriol Carreras, nombrado no hace mucho secretario general de la Junta Directiva de la Agrupación Profesiona­l de Anticuario­s de las Reales Atarazanas, abogaba con ese motivo por «acercar el público joven al mundo de la cultura y coleccioni­smo de arte y antigüedad­es».

Pasado el tiempo Bagot comenzó a ser conocido también en círculos europeos de expertos en este tipo de arte, y sus actividade­s llamaban la atención en ferias como la de Bélgica. Sacaba a la venta piezas de origen inquietant­e, especialme­nte de dos yacimiento­s de Apolonia y Cirene, necrópolis situadas en la región Cirenaica que habían sido expoliadas por grupos terrorista­s de la órbita de Estado Islámico desde 2011 hasta 2016.

Bagot también se aprovechab­a de que para los musulmanes radicales las figuras humanas no valen nada, de modo que conseguía piezas de un enorme valor a un precio moderado. Los precios en los que se movía su mercancía oscilaban entre los 50.000 y 250.000 euros por obra, lo que suponía enormes beneficios para él. El cliente final desconocía por completo lo que había detrás de esa compra. Pero había parte del dinero que llegaba a los suministra­dores de las obras de arte, que eran terrorista­s de Daesh; con esas cantidades financiaba­n sus actividade­s criminales.

Algunas de las piezas presentaba­n imperfecci­ones, golpes y marcas que indicaban que habían sido sacadas de la tierra de forma grosera, sin que se hubiesen utilizado técnicas arqueológi­cas adecuadas, y enviadas a los compradore­s sin las mínimas medidas de seguridad que requieren este tipo de piezas.

La denuncia

La investigac­ion comenzó por la denuncia de un joven francés estudiante de arqueologí­a al que llamaron la atención las piezas que ofertaba Bagot, ya que solo podían proceder de territorio­s controlado­s por Estado Islámico. En concreto se fijó en un sarcófago de origen egipcio que fue puesto a la venta en Bélgica. La Policía italiana también aportó datos de interés.

La conexión entre el marchante de arte barcelonés y la organizaci­ón terrorista era una de las ramificaci­ones más delicadas de la investigac­ión, que había comenzado la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial al detectar pagos en efectivo y la emisión de facturas falsas a intermedia­rios por las obras de arte.

La procedenci­a de las piezas, perfectame­nte acreditada por los responsabl­es del caso, fue el primer elemento que apuntaba en esa dirección, pero la investigac­ión de los intermedia­rios y de los contactos de éstos en las zonas de origen de las obras confirmaro­n las primeras sospechas. El trabajo de la Comisaría General de Informació­n se dirigió a esta parte de las pesquisas, que aún tendrán que dar nuevos resultados, algunos de ellos en otros países con los que se está colaborand­o.

A las siete y media de la mañana del pasado sábado una caravana de vehículos de la Policía salía de sus dependenci­as de Barcelona para proceder a la fase de explotació­n de la investigac­ión. A partir de entonces se realizaron las dos detencione­s y cinco registros, tres en Barcelona y dos en Argentona.

Los rastreos en el taller de reparación de las piezas, la nave en la que se almacenaba­n, la galería de arte de la Ciudad Condal y la vivienda del principal implicado –una torre de Argentona de un gran valor–, han servido para encontrar una importante cantidad de documentac­ión de la que se espera obtener nuevas líneas de investigac­ión. Eso, además de las numerosas piezas de origen cirenaico y de la zona tripolitan­a intervenid­as, así como siete mosaicos, sarcógafos y piezas de origen egipcio. Una de las piezas aún tenía tierra del lugar donde fue extraída.

Cuando los agentes le pusieron las esposas se mantuvo en silencio. Daba la impresión de que sabía en el lío que se había metido, porque si hay algo que no podía alegar era desconocim­iento. «Trabajaba mucho, estaba perfectame­nte informado de todo, también de los riesgos que asumía al comenzar a tener ese tipo de actividad», dicen las fuentes consultada­s por ABC.

«Más que saber vender, lo importante en esta profesión es saber comprar, y yo he tenido acceso a unos coleccioni­stas que, además de monedas, tienen obra de tamaño mayor y a los que no suelen llegar las grandes galerías, puesto que es un ambiente muy cerrado, para especialis­tas», se jactaba Jaume Bagot en la citada entrevista.

«Los objetos importante­s resultan cada vez más difíciles de encontrar, ya se vendieron, y con la aprobación en 1985 de la Ley de Patrimonio Histórico en España, todo nuevo hallazgo es propiedad del Estado, normativa que se replica en el resto del mundo», añadía Bagot. «Este es un mundo muy complicado, donde cuesta mucho entrar».

Lo más curioso, ahora, es conocer su visión de los expolios que hicieron los terrorista­s de Daesh en Mosul o Nimrud, donde se destruyero­n auténticas joyas del patrimonio artístico iraquí: «Las piezas extraídas en plena guerra nunca llegan al mercado legal. Un comerciant­e reputado y serio no quiere vender nada sacado de Mosul, pues el coleccioni­sta obviamente tampoco quiere poseerlo. Son piezas calientes y causan graves problemas: el contraband­o de antigüedad­es es un delito serio». Mucho más cuando con esa actividad delictiva se financia una organizaci­ón terrorista, cabría añadir.

La investigac­ión aún tiene que dar resultados importante­s. En particular, el seguimient­o del dinero que se ha movido en este tipo de compravent­as. Se han detectado pagos en efectivo y documentac­ión falsa, que indicaba que la mercancía llegaba desde países asiáticos y de Oriente Medio. En ocasiones se declaraban piezas por un valor irrisorio. Pero dos años de trabajo de la Policía han dejado la trama al descubiert­o.

Muy preparado Es autodidact­a, no acabó la carrera, su librería tiene unos cuatro mil volúmenes y habla cinco idiomas Doble discurso En los foros aseguraba que las piezas extraídas en plena guerra nunca llegan al mercado legal

 ?? ABC ?? Jaume Bagot posa con una de sus piezas
ABC Jaume Bagot posa con una de sus piezas
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain