ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Medio siglo del día en que Massiel metió a España en Europa
Una victoria contra todos los pronósticos. Así se recuerda en Europa la noche del 6 de abril de 1968, cuando Massiel transformó lo que parecía una candidatura envenenada en el primer triunfo de España en Eurovisión. La cantante consiguió lo imposible en el festival número 13, a pesar de los contratiempos. Federico Gallo, que retransmitió la gala para los españoles, auguraba al inicio de la velada que la elección de la madrileña, «casi en el último momento», «evidentemente» iba a repercutir en el resultado. De aquel hito musical se cumplen el próximo viernes cincuenta años.
Massiel fue designada tan solo once días antes de la gran gala. Joan Manuel Serrat iba a ser el encargado de interpretar el «La, la, la», pero Televisión Española lo sustituyó después de que el cantante quisiera cantar en catalán todo el tema. «Recibió una gran presión por parte de los políticos catalanes», recuerda José Ramón Pardo, periodista especializado en música y redactor jefe en la revista «Blanco y Negro» en aquel momento.
Promoción de otra época
Tras meses de trabajo, y con la maquinaria eurovisiva en marcha, la promoción europea ya estaba hecha y la discográfica decidió que uno de los suyos ocuparía el lugar de Serrat. Por aquel entonces, la promoción era muy diferente. «Cada participante debía acudir a las televisiones públicas europeas. Era un intercambio mucho más personal que el de ahora», recuerda Pardo. Massiel, que comenzaba a ser muy conocida no solo en España sino
Gran esfuerzo
Con su elección, comenzaron once días de frenético trabajo. Massiel tuvo que hacer suya la canción, algo para lo que la discográfica hizo un esfuerzo importante. Encargaron los arreglos del tema a Bert Kaempfert, músico alemán a quien el Dúo Dinámico (los compositores del «La, la, la») conocían y que había creado piezas tan importantes como la banda sonora de «Extraños en la noche». «El ‘La, la, la’ tiene dos partes diferenciadas, una muy melódica y dramática, y otra muy brillante y fácil, que en un festival tiene ventaja, como es el estribillo», comenta Pardo.
«Massiel y la canción han causado una fabulosísima impresión en Londres durante los ensayos», adelantaba Federico Gallo en la transmisión, aunque se mostraba convencido de que el cambio podría resultar negativo. Ni siquiera Massiel quiso sucumbir a las buenas críticas ya que, como narró Alfonso Barra en las páginas de ABC del día siguiente, «decía que era supersticiosa y que los pronósticos no eran buenos». En el ensayo general, los músicos de la orquesta habían hecho una quiniela con sus cinco canciones preferidas y la ganadora fue «La, la, la». «No se puede tener suerte dos días seguidos», contó entonces la cantante al corresponsal en Londres.
No solo la victoria se grabó en la memoria de la audiencia. Para el recuerdo quedó también la fotografía de Massiel junto a Cliff Richard, gran favorito, que tuvo que conformarse con el segundo puesto con su tema «Congratulations». También el Dúo Dinámico formó parte de la velada y, tras recibir su premio por la autoría del tema sobre el escenario, cerró la noche aupando a Massiel y dejando otra imagen icónica. «Además de un espaldarazo a la mejor época del pop español, es uno de los momentos cumbres en la exitosa carrera de Manolo de la Calva y Ramón Arcusa, el Dúo Dinámico, precursores del pop español y almirantes del cambio en la música española», señala Adrián Volges, autor de «Bikinis, Fútbol y Rock & Roll».
En aquella ocasión participaron 17 países, y Massiel fue decimoquinta en actuar. Para el siguiente año, pese a las reticencias de algunos países, el número de intérpretes fue similar. «El ‘La, la, la’ lanzó a Massiel al estrellato, pero también a un enfrentamiento con las autoridades por el éxito, que querían promocionarlo como del régimen», señala Pardo.
«El triunfo de Massiel significa que por fin nos entienden en Eurovisión. Hasta entonces, se decía que a los españoles nos tenían manía y se demostró que no. Además, luego ella tuvo 40 años más de carrera», recuerda el periodista. Para España, la victoria tiene varias lecturas. «Una política, otra de la música española y del público, que con orgullo ve como propio el éxito de Massiel», añade Volges. Las autoridades le concedieron el lazo de Isabel la Católica, que la cantante rechazó y por lo que, según cuenta Volges en su libro, estuvo vetada en TVE. «Era ya una cantante comprometida que interpretaba temas de Aute o de Manolo Díaz», añade el autor.
En cualquier caso, Massiel inauguró una nueva era. España, ese país donde acababa Europa, también podía triunfar, y así lo repitió Salomé al año siguiente, con Madrid de anfitrión, aunque tuvo que compartir el podium con otros tres países en un histórico empate a cuatro no previsto en las bases del concurso, que había echado a andar catorce años antes.
José Ramón Pardo «El triunfo significa que por fin nos entienden en Eurovisión. Hasta entonces, se decía que a los españoles nos tenían manía»