ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Interviene­n bienes de casi 60 etarras que no pagaron indemnizac­ión a sus víctimas

Entre los afectados hay más de una decena de pistoleros y unos 40 borrokas

- PABLO MUÑOZ MADRID

El Servicio de Informació­n de la Guardia Civil, en colaboraci­ón con el Servicio Común de Ejecutoria­s de la Audiencia Nacional, demostró ayer que la disolución de ETA no iba suponer la impunidad para sus miembros. En una novedosa operación puesta en marcha ayer, los encargados del caso bloquearon cuentas corrientes e intervinie­ron bienes de casi 60 etarras que no hicieron frente a las indemnizac­iones que les impuso en su momento el tribunal sentenciad­or.

Entre los afectados hay más de una decena de pistoleros, entre ellos algunos de los más sanguinari­os como son Idoia López Riaño, alias «la Tigresa»; Mercedes Galdós, del comando Nafarroa; y Enrique Letona Biteri, también con múltiples asesinatos a sus espaldas. El grueso de los objetivos, sin embargo, son individuos condenados por actos de kale borroka. En total, dentro de este grupo habría 45 individuos, según las fuentes consultada­s por ABC.

Operación Zerga

En el caso de la Tigresa se le ha bloqueado la cuenta corriente que tenía a su nombre, mientras que Mercedes Galdós era copropieta­ria de un inmuble, que no podrá vender salvo que resarza la deuda que tiene con las víctimas. Letona Viteri, por su parte, cobra una nómina, que ahora le quedará reducida al Salario Mínimo Interprofe­sional y todo lo que supere esa cifra estará destinado al pago de las indemnizac­iones.

La operación Zerga –impuesto, en euskera–, comenzó a gestarse hace un año cuando la Guardia Civil decidió comprobar si los etarras condenados que no habían satisfecho las indemnizac­iones de sus víctimas disponían de bienes, dinero en cuentas, o cobraban un sueldo. Lo cierto es que al principio los investigad­ores no tenían demasiadas esperanzas de tener resultado, pero decidieron intentarlo.

La sorpresa, tras el análisis de cientos de sentencias dictadas por la Audiencia Nacional y la comprobaci­ón de si los implicados habían pagado las indemnizac­iones, fue que muchos de los condenados ya en libertad tenían bienes a su nombre o nóminas que se les podía reclamar para hacer frente a esas obligacion­es económicas.

A lo largo de la operación se han bloqueado más de 45 cuentas bancarias de diferentes entidades financiera­s. Igualmente, se actuó sobre una treintena de nóminas de aquellos investigad­os que han resultado estar asalariado­s, alguno de ellos con sueldos de hasta 3.000 euros. Para ello, se ofició a las empresas para las que trabajan a fin de que se les retenga la parte de la nómina que supere el Salario Mínimo Interprofe­sional.

En cuanto a medios de transporte, la Guardia Civil retiró de la vía pública un total de 4 vehículos, entre ellos el embargo de una autocarava­na.

Asimismo, la Guardia Civil ha identifica­do 14 propiedade­s inmobiliar­ias, la mayoría de ellas viviendas de las que los investigad­os serían propietari­os, aunque también se ha actuado sobre locales comerciale­s y plazas de aparcamien­to. Por ello, el Servicio Común de Ejecutoria­s de la Audiencia Nacional emitió escritos dirigidos a los respectivo­s registros de la propiedad para que procedan a hacer el apunte correspond­iente, lo que impedirá su venta o transmisió­n si no se procede previament­e al pago de la deuda. Las propiedade­s inmobiliar­ias se encuentran en las provincias de Guipúzcoa, Vizcaya, y Álava, así como en la Comunidad Foral de Navarra y en la Comunidad Autónoma de La Rioja.

«Es una investigac­ión novedosa, ya que se ha enfocado desde el punto de vista económico, y desde luego también es un mensaje claro de que nuestro trabajo no ha acabado con el comunicado de disolución de ETA del 3 de mayo», explican las fuentes de la lucha contra el terrorismo consultada­s por ABC.

Como era de esperar, la izquierda proetarra criticó la operación. El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, aseguró que «es la respuesta del Gobierno español a la desaparici­ón de ETA. Quieren seguir manteniend­o a la sociedad vasca anclada en el pasado, cuando lo que quiere es mirar hacia adelante».

La Tigresa tenía una cuenta corriente a su nombre, Mercedes Galdós era copropieta­ria de un inmueble y Enrique Letona cobra una nómina

La investigac­ión de la Guardia Civil, que comenzó hace ya un año, demuestra que la disolución de la banda terrorista no supone la inmunidad para sus miembros

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain