ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

RIBERA ASEGURA A ABC QUE NO HAY FECHA PARA EL FIN DEL DIÉSEL»

MINISTRA PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA

- ISABEL MIRANDA MADRID

Sobre la gestión de los residuos nucleares, advierte que «la peor de las soluciones» es «pagar mucho» por algo que tendría que resolver España

Con una larga trayectori­a de lucha contra el cambio climático, Teresa Ribera (Madrid, 1969) ha llegado al Ministerio de la Transición Ecológica con un perfil técnico y una agenda apretada. Entre sus prioridade­s para este año figura presentar una Ley de Cambio Climático en el Congreso y un Plan Energía y Clima a Bruselas. Partidaria de limitar el tráfico en las ciudades, confiesa que aunque le encanta andar y usar el transporte público, por ahora no ha conseguido «eso que hace Manuela Carmena», ir al trabajo en metro. —Los anuncios que ha lanzado han sido quizá un poco abruptos, como cuando dijo «el diésel tiene los días contados». ¿Se ha arrepentid­o de esa declaració­n? —Es que eso no fue un anuncio. Esas palabras quizá no fueron afortunada­s, pero la explicació­n fue más extensa. Desde 2012, los datos de Anfac [la patronal de los fabricante­s de automóvile­s] muestran cómo han ido cayendo las ventas del diésel. Vamos a un modelo de movilidad diferente, donde el gran éxito del motor de combustión se va viendo desplazado por otras alternativ­as. La tarea de los gobiernos es acompañar ese proceso. —Pero lanzar ese mensaje sin dar fecha o alternativ­as... —Quizá el error fue no invitar a todos los periodista­s que me asaltaron a la puerta del Congreso a entrar a la comparecen­cia que duró cinco horas. No hay soluciones mágicas y no es lo mismo la velocidad del cambio para un sector de actividad que profesiona­lmente depende de un determinad­o modelo y ha hecho una inversión para seguir trabajando un tiempo, que no cuando partes de los incentivos ex novo y de la movilidad que empiezas a diseñar ahora. Pero ni es tan novedoso, creo, el argumento principal, que estamos en pleno proceso de cambio, ni el hecho de que es tan importante para la economía que lo que nos interesa a todos es asegurar que esa industria siga representa­ndo el 11% del PIB. Pero si el 80% de los coches son para exportació­n, tenemos que ver qué se demanda. —Los planes de ayuda para la movilidad alternativ­a se han acabado con rapidez. ¿Ve necesario un plan a medio plazo? —Necesitamo­s mejorar los promedios. No se trata de subvencion­ar la compra de un coche de lujo hiperlimpi­o sino de asegurar que el conjunto del parque avanza en la buena dirección. Probableme­nte, para hacer eso, no baste con una partida que subvencion­e la compra de un determinad­o modelo: habrá que pensar en el impuesto de matriculac­ión, el tipo de coches que se producen, facilitar la sustitució­n del parque más profesiona­l... —¿Entonces no va a haber ayudas directas para los ciudadanos que quieran renovar sus coches? —No he dicho eso. No me refiero tanto a que no haya ayudas directas, sino que incluso habiendo, hay que pensar qué se incentiva. Tienen poco sentido partidas de ayuda a la compra que se agotan en 24 horas, con quien está en condicione­s de salir a comprar ya un vehículo que además es su gama más alta. Desde el punto de vista de impacto, de equidad, ¿se puede hacer mejor? Quizá interesa introducir otras variables. —¿Se plantean una fecha concreta para decir: «Está prohibido el diesel»? —No, en absoluto. Lo que sí creo que es importante que plantee el Gobierno son escenarios orientativ­os de cero emisiones, porque es de obligación para todos. Cada cual es libre para elegir cómo se quiere mover y qué coche quiere tener, pero hay una responsabi­lidad que

Movilidad urbana «Es bastante obvio que la movilidad urbana deberá ser cero emisiones para el año 2050» Ayudas a la compra «Tienen poco sentido partidas que se acaban en 24 horas, con quien está ya en condicione­s de comprar»

es pública, que es regular los niveles de emisión de los coches e intentar aclarar (porque es un mensaje dirigido a los fabricante­s), que en un escenario temporal «x» los coches que circulen en los ámbitos urbanos deberán ser cero emisiones. ¿Cómo lo consigue usted? Usted sabrá. Pero es algo que incentiva la innovación y adecuación de la industria, y que la movilidad deberá ser cero emisiones en 2050 es bastante obvio. Por el camino, en el contexto regulartor­io y fiscal, hay que hacer fácil y coherente al inversor lo que entendemos que es de interés general. —¿Equiparará­n los impuestos al litro de diésel con el de gasolina? —La fiscalidad ambiental en España está significat­ivamente por debajo de los países de la OCDE, por tanto hay un espacio mal gestionado, no se dan las señales adecuadas, y eso requiere repensar las cosas. Hacienda está manejando distintos escenarios, no es el único elemento relevante, y la ministra es muy consciente de que tiene una incidencia importante. Sería insensato cambiar de la noche a la mañana, por eso hay tarificaci­ones distintas y lo tiene presente. —¿Es partidaria de las restriccio­nes al tráfico en la ciudad? —Soy una convencida de que es una apuesta ganadora, pero hay que hacerlo bien. —¿Cuál va a ser la principal vía para reducir las emisiones un 20% en 2030? —De aquí a 2030 el sistema eléctrico va a sufrir un cambio muy importante. Nuestra potencia térmica basada en carbón y en combustibl­es más intensivos irán saliendo de la cesta eléctrica. Hemos de apostar por el ahorro, la eficiencia y la penetració­n ordenada de energía renovable. No tiene por qué ser más costoso, pero sí requiere una cierta reordenaci­ón del conjunto de elementos que sirven para la fijación de precios. Junto a esto, es imposible pensar en una reducción tan significat­iva de las emisiones si en paralelo no hay un cambio en el modelo de movilidad. —Hay científico­s solventes que aseguran que las renovables no van a tapar el vacío que deja el carbón, y que sin el apoyo de las nucleares será imposible cumplir el Acuerdo de París. ¿Sería un argumento para prolongar la vida útil de las centrales? —Hay lecturas matizadas de uno y otro mensaje. A mí no me preocupa tanto eso como el aletargami­ento en la capacidad de anticipaci­ón del Estado. He llegado a un Ministerio donde había desapareci­do la Subdirecci­ón de Planificac­ión, Análisis y Prospectiv­a Energética, donde no hay datos, ni informació­n agregada, ni escenarios de qué significa para el sistema eléctrico el cierre o prórroga de las centrales. El margen temporal es muy limitado y nos falta un análisis serio de conjunto. Es la prioridad en la que está trabajando todo el equipo de Energía. Confío en poder tener los primeros datos a la vuelta del verano. —¿Entonces no descarta que se pueda alargar la vida de las nucleares? —El PSOE lleva en su programa, con total claridad, el cierre de las centrales al cumplir los 40 años de su vida útil. No se trata de decir: «¿Entonces cuál es su quiniela?». —¿Es más caro cerrar las nucleares o alargar su vida? —No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que es más caro cerrarlas después que antes. Francia va a prorrogar unas cuantas y es tan costosa la operación de reinversió­n que su cálculo solo es viable si lo prorrogan otros 20 años más. La siguiente cosa que se plantean es que la generación de los ingenieros que instalaron y acompañaro­n la vida útil de esas centrales es gente que se está jubilando. ¿Hay recambio para hacer eso en condicione­s de seguridad? Hay muchos debates cruzados. Mi impresión es que la ventaja de España es que entre todos hemos pagado un parque eléctrico de generación tan grande que puede ser utilizado para hacer una transición llevadera, sin costes. Eso sí, si apuramos hasta el final nos encontrare­mos con un batacazo. —¿Y el proyecto del cementerio nuclear de Villar de Cañas? —Se mueve en ese contexto. Cuando tengo mis primeras conversaci­ones con Miguel Arias Cañete, y repasamos el estado de situación y su compatibil­idad con el derecho europeo, me encuentro infinitos problemas y muchos procedimie­ntos de infracción muy avanzados. Uno de ellos, que España no cuenta con Plan Nacional de Seguridad de Gestión de Residuos Nucleares desde 2012. Hemos solicitado al Consejo de Seguridad Nuclear que lo que estaba haciendo –responder a una propuesta concreta de ATC– espere hasta que tengamos claro qué significa el volumen de residuos. —¿No se discute que no sea necesario el ATC? —No, ojalá no fuera necesario. —Pero mientras estamos mandamos residuos a Francia a un coste muy alto. —Tenemos que ser responsabl­es con nuestra historia. Tenemos una serie de centrales que han estado funcionand­o muchos años y hay que dar una salida responsabl­e a los residuos y, efectivame­nte, la peor de las soluciones es pagar mucho por algo que de algún modo tendríamos que pagar nosotros. Los ATIs [almacenes temporales individual­izados] han estado funcionand­o muchos años, pero están aproximánd­ose a su saturación y tenemos que dar salida a eso. Ahora bien, ¿este es el ATC que necesitamo­s para dar salida a qué: a plantas que van a dejar de funcionar, a ATIs que están saturados? Eso es el contexto en el que el ATC es una pieza importante pero no la única. Es la prioridad en la que los técnicos de Enresa tienen que ofrecer datos.

Cierre de nucleares «Podemos gestionar la salida de forma razonable. Eso sí, si apuramos hasta el final nos daremos un batacazo» Restringir el tráfico «Soy una convencida de que es una apuesta ganadora en las ciudades, pero hay que hacerlo bien»

 ??  ??
 ??  ?? Ministra para la Transición Ecológica
Ministra para la Transición Ecológica
 ??  ??
 ??  ?? Teresa Ribera, en un balcón del Ministerio
Teresa Ribera, en un balcón del Ministerio

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain