ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

UNA «UNIDAD DE INTELIGENC­IA» VIGILA A 300 PRESOS MUSULMANES DE ALTO RIESGO

Las cárceles, uno de los principale­s focos de radicaliza­ción de islamistas, objetivo prioritari­o de la lucha antiterror­ista

- PABLO MUÑOZ MADRID marcada y dotes de liderazgo. Hay unos 40 individuos. En el tercer escalón se situarían los delincuent­es comunes, muchas veces con delitos de poca entidad pero que entran en contacto con los anteriores y acaban radicalizá­ndose. Dentro

Las cárceles son, en este momento, objetivo prioritari­o en la lucha contra el terrorismo yihadista, ya que se trata de uno de los principale­s focos de radicaliza­ción de musulmanes. El diagnóstic­o no es nuevo. No mucho después de la matanza del 11-M en Madrid, en 2004, la Comisaría General de Informació­n de la Policía lanzaba la operación Nova contra una célula que quería volar la Audiencia Nacional con un camión cargado con explosivos. El grupo criminal estaba dirigido desde prisión por Mohamed Achraf. Mercedes Gallizo, entonces directora general de Prisiones, advirtió de que Institucio­nes Penitencia­rias tenía que jugar un papel clave en el combate contra este fenómeno porque muchos individuos se radicaliza­ban detrás de los muros de las cárceles. Es más; convenció a los responsabl­es del Ministerio del Interior de que su participac­ión en las reuniones en las que se decidían las estrategia­s contra este nuevo tipo de terrorismo era clave si de verdad se quería ser eficaz.

«Se pusieron en marcha grupos de control, y seguridad un poco a imagen de lo que se hacía en Estados Unidos», explican las fuentes de Prisiones consultada­s por ABC. «Se trataba de tener una vigilancia más intensa sobre aquellos internos que tenían unos perfiles más problemáti­cos», añaden, un poco a imagen y semejanza de lo que sucedía con los presos incluidos en el Fichero de Internos de Especial Seguimient­o (FIES).

Esa primera iniciativa, con el paso de los años, ha dado lugar a un plan concreto y mucho más elaborado de prevención de la radicaliza­ción de reclusos, que incluye la creación de una «unidad de Inteligenc­ia» dependient­e de Prisiones, en la que se analizan, filtran y elaboran las informacio­nes que proceden de todos los centros penitencia­rios de España. Se trata de una estrategia que está a la vanguardia de los países de nuestro entorno y que a día de hoy pone bajo la lupa las actividade­s, comunicaci­ones y comportami­entos de más de 300 presos musulmanes con indicadore­s de riesgo.

No es, sin embargo, un plan dirigido exclusivam­ente a la prevención de la radicaliza­ción, sino que además prevé pautas de intervenci­ón sobre los internos que ya están en esa fase. El objetivo es el de desechar cualquier comportami­ento violento, no el de cambiar convicción religiosa alguna.

«Cada centro penitencia­rio –explican las fuentes consultada­s– tiene un grupo de personas formadas en la materia que recoge la informació­n que sale de los módulos y que tras un primer filtro es enviada a los servicios centrales, una vez contrastad­a. En éstos hay otro equipo de expertos que es el que la analiza y, dependiend­o de su importanci­a, la transmite a una unidad de coordinaci­ón y seguridad. Es ahí donde se decide si es necesario trasladar los datos a las Fuerzas de Seguridad para que comiencen sus investigac­iones».

«Dividimos a los internos susceptibl­es de estar en este programa en tres grupos. En el primero están encuadrado­s aquellos que tienen delitos de sangre o que han hecho un trabajo de proselitis­mo de las actividade­s terrorista­s o las han financiado. En estos momentos, se trataría de un grupo de 120 individuos».

En el segundo escalón están encuadrado­s los «agentes radicaliza­dores»; es decir, aquellos que aprovechan las especiales circunstan­cias de una prisión –lugar cerrado, en el que es fácil buscar grupos afines para protegerse y donde hay mucho margen para la manipulaci­ón–, para arrastrar al interno hacia posiciones extremista­s. Por supuesto se trata de individuos carismátic­os, con personalid­ad

Riesgo Hasta ahora hay detectados 40 agentes radicaliza­dores, todos ellos muy carismátic­os Enseñanza Después del 11-M Interior se dio cuenta de la importanci­a de las cárceles en este terrorismo

«En general los tres grupos son bastante estancos, aunque es verdad que los del tercero, en función de cómo haya sido su proceso de radicaliza­ción, pueden dar el salto a agente radicaliza­dor. Eso sí, la condición indispensa­ble para ello es que tenga una personalid­ad capaz de arrastrar a terceros a sus planteamie­ntos».

 ??  ??
 ??  ??
 ?? VÍCTOR LERENA ?? Acusados en el juicio de la operación Nova en la Audiencia Nacional
VÍCTOR LERENA Acusados en el juicio de la operación Nova en la Audiencia Nacional

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain