«En España todos deberían ser autónomos y trabajar por objetivos»

Ángel López-Vallejo Presidente de CEAT Castilla-La Mancha Ha sido reelegido por unanimidad presidente de la Federación Intersectorial de Castilla-La Mancha. Entre sus retos, conseguir una mayor protección social para los trabajadores autónomos en la Comun

Á ngel López-Vallejo (Getafe, 1961) es autónomo y «no me pienso jubilar nunca». Durante 28 años fue comercial de artes gráficas y publicidad, pero la crisis le golpeó y tuvo que «reinventarse». Desde hace dos y medio, este vecino de Pantoja (Toledo) trabaja como comercial en un negocio de venta de piedra natural, labor que compagina con la presidencia de la Federación Intersectorial de Autónomos de Castilla-La Mancha, CEAT Castilla-La Mancha. —¿Qué representación tienen los autónomos en Castila-La Mancha? ¿En qué sectores tienen mayor presencia? —En Castilla-La Mancha somos cerca de 200.000 autónomos y, a nivel nacional, 3.200.000. Es decir, que ya se ha recuperado el número de autónomos que había antes de la crisis. Hoy en día tenemos presencia en todos los sectores, aunque en el agrícola o el hostelero seguimos siendo más numerosos. Ser autónomo ha sido la salida natural de mucha gente para poder tener un trabajo. —Los autónomos han sido uno de los colectivos más castigados durante la crisis, junto con el resto de trabajadores. Hágame una radiografía de la situación actual del colectivo. —La situación hoy en día todavía es un poco caótica. Desde todas las asociaciones de autónomos seguimos pidiendo reformas a nivel de fiscalidad. Por ejemplo, que se equiparen los ingresos con los gastos. Lo más lógico es que, si tú cobras mucho, luego pagues mucho en tu declaración de la renta. Y, por el contrario, si tú ganas poco, que pagues poco en la declaración o que te devuelvan. Un autónomo tiene que pagar el IVA y el IRPF todos los meses —que, por cierto, se oye que nos quieren subir los impuestos para poder recaudar más—, y en lo que no estamos de acuerdo es en aguantar las cargas fiscales. Los autónomos somos, verdaderamente, la fuente de mayores ingresos a nivel nacional y los que más riqueza creamos. Si los 3.200.000 millones de autónomos que hay en España tuvieran a uno o dos personas trabajando a su cargo, adiós al paro en este país. Pero, eso sí, siempre y cuando tú me ayudes. —¿Qué proponen desde su federación? —Proponemos pagar en consonancia a lo que facturemos, ganemos o cobremos, es decir, que sea proporcional. También se está planteando la contratación a familiares, ¿por qué no puedo contratar a mi mujer y mis hijos en mi empresa y que tengan los mismos derechos fiscales que si entran a trabajar en una empresa ajena? ¿por qué tienen que pagar una serie de impuestos? La Administración nos debe de ayudar para que podamos contratar y continuar con la empresa, haciéndonos una rebaja fiscal en la Seguridad Social durante seis meses o un año.

El tema de la ley de pagos es otra de las cuestiones pendientes. La Ley de Pagos a Proveedores se estableció a 60 días, pero la administración es la primera que tiene que cumplir los plazos y no pagar a 120 días, ni a 200 días, ni a 300, ni a 500 días.

También hemos puesto sobre la mesa la creación de la Ley de la Segunda Oportunidad. En Estados Unidos, Bill Gates se llegó a arruinar hasta ocho veces, pero en España una persona que cierra su empresa ya está marcada de por vida tanto para los bancos como para la administración. Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Yo, soy uno de esos reinventados; tuve un negocio de artes gráficas y publicidad durante 28 años, en Pantoja, y la crisis se lo comió. Tras unos años parado, me reiventé como comercial de canteras, mármol y piedra. Y decía: «Yo también soy un emprendedor» porque he comenzado un negocio nuevo. Tiene mucho mérito la gente que tiene un negocio, le va mal, se arruina y comienza otro nuevo. Es una persona muy valiente porque está arriesgando su vida, trabaja las 24 horas del día, vuelve a crear puestos de trabajo, a pagar impuestos… a esas personas también hay que apoyarlas. — Se podría decir entonces que desde las administraciones se «premia» más a los nuevos emprendedores que a los autónomos que se reiventan. —Creo que sí. Si vas a la Administración todas las ayudas están enfocadas para ayudar al emprendedor. Por eso me quejo yo ¡Yo también soy emprendedor nuevamente! He tenido una baja muy considerable y, encima, he tenido que tirar para adelante yo solito. Finalmente, otro de los apartados que estamos intentando defender ante las administraciones es el tema de los bancos. Los bancos piden a los autónomos lo que no está escrito: avalar con nuestras propiedades. Yo avalo con mi negocio, con la riqueza que posee mi empresa, pero vamos a hacer que nuestro patrimonio personal sea intocable.

«Valientes, os necesitamos»

—¿Qué opina del anuncio «Valientes, os necesitamos» que publicita un banco en referencia a los autónomos? —Es publicidad engañosa. La pregunta que haría es: «¿Cómo os necesitamos?» Le pongo un ejemplo. Hoy en día, si un autónomo necesita comprar una furgoneta, le tienen que avalar sus familiares y, además, tiene que firmar ante notario que su hijo que tiene tres años no va a salir de España. ¿Eso eso: ‘Valientes, os necesitamos’? Vamos a

Reformas fiscales Una de nuestras principales reivindicaciones son las reformas a nivel de fiscalidad Valientes autónomos Un autónomo es una persona muy valiente porque arriesga su vida y trabaja las 24 horas del día

Los autónomos, un chollo Los trabajadores autónomos son el chollo de la Administración, pero no nos quiere ver como tal Segunda Oportunidad Debería existir la Ley de la Segunda Oportunidad. Bill Gates se arruinó ocho veces y luego se hizo multimillonario

hacerlo de otra manera, a ayudarnos, a creer en esas personas. Yo entiendo que, si viene un loco y pide siete millones a un banco, no se los dé sin más. Pero, por favor, vamos a ser serios y estudiar cada situación con detenimiento: que se presente un plan de negocio para que lo puedan estudiar los bancos y, si se comprueba que es viable, pues para adelante. Los bancos tienen que ser flexibles. Les falta atención, creer y apoyo, y para eso estamos en las organizaciones empresariales. —Mejorar las condiciones de jubilación es otra de las reivindicaciones históricas de este colectivo. ¿Se ha avanzado algo en este aspecto? —Nos seguimos planteando por qué la jubilación de un autónomo tiene que ser menor a la de una persona que tiene un trabajo por cuenta ajena, cuando el autónomo paga todas sus obligaciones. Siempre escuchamos decir a los políticos cuanto más pagues, más te quedará para tu jubilación. Pero, claro, tienes que poder. La base interprofesional del autónomo son 272 euros y luego, cuando te jubilas, te queda una pensión de 800 euros. O cuando te das de baja: somos personas trabajadoras que tenemos los mismos riesgos que puede tener una persona por cuenta ajena. Los autónomos no tienen derecho a ponerse nunca malos. —¿Cómo ve su jubilación? —No me pienso jubilar nunca (risas). —¿Cree que el gobierno regional está capacitado para atender todas sus propuestas? —No sé si está capacitado, pero le puedo asegurar que le cuento todas nuestras propuestas a la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco. —¿Hay muchas «infidelidades» en la vida de un autónomo? —Lo único que no es fiel en esta vida de los negocios son los clientes. Los clientes no son fieles ninguno. Nosotros proponemos que, cuando un trabajador autónomo esté enfermo, recomiende otro a sus clientes y, de lo que facture, se pueda llevar una pequeña comisión del trabajo que haya conseguido gracias a la recomendación del trabajador enfermo. Y que luego esos clientes vuelvan a él cuando se recupere. Esa sería una forma de ayudarnos entre nosotros, y es una de las propuestas que he hecho a la consejera. Además, plantemos que a ese señor enfermo se le subvencionen los gastos durante el periodo que no trabaje. —¿Y cuál es la respuesta de la Junta? —Nos escuchan, nos abren las puertas y queremos hacer más cosas con ellos. La Administración, a través de la mediación de los ayuntamientos, quiere poner personal por si quieres poner por tu cuenta un negocio. Nosotros, como profesionales, tenemos más de 30 delegaciones de las organizaciones empresariales y estamos dispuestos a colaborar y a ayudar al futuro empresario. Si vas a Fedeto, vas a tener tu empresa formada en 24 horas. Esta es una de las propuestas que estamos haciendo a la Junta. —¿Son los autónomos el «chollo del mercado»? —Somos el «chollo» de la Administración pero la Administración no nos quiere ver como tal. —¿Cree que las medidas que se han tomado hasta ahora han sido sufientes o se han quedado cortas? —Tremendamente cortas. Reivindicamos nuestro sitio, nuestra participación en las grandes mesas. En definitiva, que al autónomo se le dé la importancia que realmente tiene. Falsos autónomos —Otro de los problemas donde el Gobierno central intensificará la actividad de la Inspección de Trabajo es en el falso autónomo, una figura que se ha propagado como la pólvora desde la crisis. ¿Es tan grave la situación? —Lo primero que tenemos que tener claro es qué es un falso autonomo. La persona que quiere trabajar libremente en varias empresas determinados días y a determinadas horas no es un falso autónomo. Un falso autónomo es aquella persona que es contratada por una empresa con un horario y un sueldo fijo todos los meses. En España. dijo el otro día la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio. que había 100.000 falsos autónomos de 3.200.000 millones en total, ¿Y por eso nos tienen que fusilar a todos los autónomos? Yo estoy en contra del falso autónomo, pero del de verdad. —¿Cómo se puede combatir este fraude? —La Administración tiene que ayudar al empresario con medidas fiscales. ¿Sabe cuánto cuesta un empleado a un empresario? Más del 52% se lo lleva la Seguridad Social. En cambio, si hubiera una rebaja fiscal, yo pagaría 200 euros a la Administración y ese trabajador se llevaría un sueldo de 1.300 euros, en vez de 1.000. —Los funcionarios se quejan de tener un sueldo bajo. ¿Qué les diría como autónomo? —Yo creo que en España todo el mundo debería ser autónomo y trabajar por objetivos. Cada trabajador debería tener su sueldo más objetivos, así se motiva más al asalariado. Si una persona quiere ser funcionaria, perfecto; pero con objetivos marcados. Así ganaría más porque tú vas a dar una rentabilidad a mi empresa.