Los actos antisemitas crecen en Francia un 69%

Los actos antisemitas han crecido en Francia un 69 por ciento durante los últimos doce meses, iluminando un proceso inquietante: la aparición de un «nuevo antisemitismo» de carácter «multi cultural», trasladando al territorio nacional numerosos conflictos de origen medio oriental.

Las cifras oficiales del Ministerio del Interior ponen de manifiesto una realidad que tiene muchos flecos trágicos: los franceses judíos corren riesgos físicos diarios 25 veces superiores al de los franceses árabes o musulmanes; un 10% de los franceses judíos (unas 50.000 personas) se han visto forzados a cambiar de domicilio, para huir de riesgos físicos diarios; entre un 10 y un 20 % de los niños franceses judíos se ven obligados a cambiar de escuela, para evitar ataques diarios de la más diversa naturaleza, del insulto verbal a la agresión física.

Hace meses, doscientos intelectuales, artistas y políticos, encabezados por Charles Aznavour, Carla Bruni, Gérard Depardieu, Françoise Hardy, Alain Finkielkraut, Nicolas Sarkozy, entre otros, publicaron un manifiesto, denunciando el nuevo antisemitismo, y pidiendo a las jerarquías musulmanas francesas que «encabezaran» la resistencia y lucha diaria contra un «cáncer» social que ha crecido de manera inquietante. El manifiesto no tuvo respuesta musulmana de ninguna naturaleza.

El antisemitismo francés tradicional era muy mayoritariamente una «herencia» del antisemitismo «clásico», próximo a las extremas derechas (ultranacionalista, nazi, fascista) que florecieron en toda Europa durante los años veinte y treinta del siglo pasado.

El nuevo antisemitismo francés ha proliferado de manera inquietante en muchos guetos y suburbios multiculturales, con una presencia masiva de franceses de origen africano y medio oriental, donde muchas familias judías están sometidas a una diaria «presión» difícil de vivir.

Todos los conflictos de Oriente Medio (Israel - palestinos; Siria; Irak, etcétera) tiene una «prolongación» cancerosa en los suburbios de París y en las grandes ciudades del país.

Denuncias Intelectuales han pedido que se luche contra un «cáncer» social que es muy inquietante