ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Capo histórico de Ndrangheta

Se ciñó a los cánones de la asociación criminal que heredó de sus padres

- Francesco Barbaro JOSÉ MARÍA BALLESTER ESQUIVIAS

Pocos pueden exhibir unas credencial­es de pertenenci­a a la «Ndrangheta» (la mafia calabresa) tan puras como Francesco Barbaro: hijo del matrimonio que dio origen a la «ndrina» (clan) del mismo apellido, se ciñó perfectame­nte a los cánones de una asociación criminal que, a diferencia de «Cosa Nostra», funciona de una forma horizontal y fragmentad­a, y se abstiene de desafiar directamen­te al Estado, según el libro «Mafia, historia de la delincuenc­ia organizada». Este sistema permite a la «Ndrangheta» generar unos ingresos cercanos a los 60.000 millones de euros anuales, procedente­s de Italia y de sus tentáculos en diversos países europeos, americanos y también en Australia. En este último país, Barbaro estableció una de sus «sucursales» más poderosas. En Italia, Barbaro logró que su «ndrina» echase sólidas raíces en el norte, de modo especial en Piamonte y en los municipios lombardos de Corsico y Buccinasco, ambos ubicados en la provincia de Milán.

Otra prueba de la ortodoxia «ndrangheti­ana» que ha caracteriz­ado la gestión de Barrero al frente de su «ndrina» es su manejo de las personas bajo su autoridad, que también se extendía a los apellidos Castani, Nigri, Pillari y Rosi, todos muy conocidos en ámbitos mafiosos. Primero, sin embargo, estaban sus familiares directos. Su hijo Giuseppe tomó las riendas de la «ndrina» cuando su padre fue detenido a principios de 1989 –permaneció veinticuat­ro años entre barrotes– por un secuestro que llevó a cabo en Calabria.

Durante ese largo periodo, Giuseppe no dejó de rendir cuentas a su padre;

nació en Platì (Italia) el 13 de mayo de 1927 y falleció en la cárcel de Parma el 1 de noviembre de 2018. Era el último hijo vivo del matrimonio formado por Francesco y Marianna Barbaro, fundadores de una de los clanes más poderosos de la Ndrangheta. Subió los peldaños hasta hacerse con su control y convertirl­o en un referente de la organizaci­ón criminal. su otro hijo, Rocco, fue condenado el pasado 10 de octubre a dieciséis años de cárcel por un delito de asociación mafiosa y, junto a un sobrino carnal –y nieto de Francesco–, por varios delitos mercantile­s. Rocco creó su propia leyenda no solo por permanecer varios años en paradero desconocid­o, sino también por haber consolidad­o en Latinoamér­ica, obviamente en nombre de su padre, el negocio del narcotráfi­co, principal actividad de los diversos clanes de la Ndrangheta. Con uno de ellos, el de los Pelle, Francesco hizo gala de pragmatism­o al permitir que su hija Marianna contrajese matrimonio con el retoño de un posible rival: fue, sobre todo, una forma de preservar los intereses globales de la Ndrangheta.

Francesco también sabía preservar los suyos propios. Baste decir que su primera detención se produjo en los años setenta por asociación de malhechore­s, cuando ya llevaba décadas de actividad delictiva. También sabía cuidar de su propio cuerpo: tras ser excarcelad­o en 2013 –bajo el régimen de vigilancia especial en su residencia calabresa– tomó el hábito de practicar yoga a diario, nada más despertars­e. Sus ochenta y seis años no fueron ningún impediment­o. El disfrute de esta nueva actividad duró hasta 2015, año en que se produjo su última detención, para ser juzgado por haber ordenado en 1990, desde la cárcel, el asesinato de un carabinero en Milán. Fue condenado a cadena perpetua. Nunca recobró la libertad.

 ?? ABC ??
ABC

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain