ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
José Luis Gil se rinde ante Cyrano, del que se enamoró a los 13 años
El artista mostró su devoción por este personaje, que le catapultó como el mejor actor del Rojas
José Luis Gil (Zaragoza, 1957) fue el último artista en pisar las tablas del coliseo toledano, para recoger el Premio Teatro de Rojas, que le une a la larga lista de compañeros de profesión que han recibido este galardón, que conceden cada año los espectadores.
Sus palabras para agradecer el premio estaban llenas de realidad. Habló de nostalgias y alegrías, de premios y de familia. José Luis Gil, elegido el mejor actor por «Cyrano de Bergerac», reconoció que el Rojas es un teatro bonito y, más bonito, cuando se vuelve para recoger un premio. «Dentro de una programación tan seleccionada, que me haya tocado un premio, es un placer. Soy un actor que recibe pocos galardones, por lo que con más motivo éste me lo quiero quedar», acercando a su pecho la estatuilla.
José Luis Gil, conocido por su personaje de Juan Cuesta, el presidente de la Comunidad de Vecinos en la serie de televisión «Aquí no hay quien
viva», mostró su lado nostálgico al reconocer que el premio no lo podrá compartir «con aquellos seres que ya no están y que me han marcado en mi trayectoria», dando paso a reconocer que viajó a Toledo acompañado de toda su familia para disfrutar de la velada.
Al hablar del personaje, con el que ha conseguido ser considerado «el mejor actor del Rojas en 2017», tuvo palabras de reconocimiento para el director de la obra, Alberto Castrillo-Ferrer (que también recogió el premio a mejor dirección escénica), y a Ana Ruiz, que se puso en la piel de Roxane, para acompañarle en un espectáculo que ha recibido las mejores críticas de teatro.
Gil, que participó también en la serie «Comisario», habló de Cyrano como uno de los personajes que siempre han estado presentes en su piel. Dijo que quería convertirse en ese soldado y poeta sentimental, del que se enamoró desde su más tierna infancia.
«El tiempo cerró el círculo y se ha cumplido un sueño que he mantenido vivo desde mi más tierna infancia. Será quizá por la parte de Cyrano que poseo», manifestó mientras encaminaba sus pasos hacia el patio de butacas. El público compensó su sinceridad y cercanía con una cerrada ovación.