ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Matera no quiere turistas
Capital Europea de la Cultura en 2019, su alcalde dice que «quiere preservar el alma prehistórica» de la ciudad
Es uno de los lugares más fascinantes de Italia, pero su alcalde no quiere turistas. Se trata de Matera, ciudad de 60.000 habitantes de la región Basilicata, al sureste del país, célebre por sus antiguas viviendas excavadas en las rocas. La sorprendente declaración de su alcalde, Raffaello De Ruggieri, abogado de 83 años y elegido en 2015 al frente de una coalición de centro-derecha, se produce en vísperas de que Matera sea Capital Europea de la Cultura para el 2019, un año que estará lleno de festivales, exposiciones y todo tipo de actos culturales. Logró ese merecido premio superando a otras cinco finalistas: Ravenna, Siena, Peruggia-Asís, Lecce y Cagliari.
Cautivado por su magia, «The New York Times» colocó a Matera como meta destacada a visitar, inmediatamente después de Nueva Orleans. «Matera es el secreto mejor guardado de Italia, que debe visitarse antes de que el mundo la descubra», escribía el rotativo. Pero esa posibilidad de un turismo de masas le produce pavor al regidor De Ruggieri: «No queremos ser ocupados por turistas. Esta ciudad tiene un alma prehistórica y la están apagando. La ciudad ha estado viva durante 8.000 años», explica con orgullo. En efecto, Matera es una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada siempre desde el Paleolítico.
Los «Sassi» de Matera («piedras») y el conjunto de sus iglesias rupestres fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993, favoreciendo su desarrollo turístico. La ciudad ha logrado conservar su antigua identidad, con casas excavadas en las rocas hace miles de años. Aquí edificaron bellas capillas subterráneas los eremitas que escaparon de Asia Menor en el siglo VII.
Matera se hizo famosa en todo el mundo después de que Pier Paolo Pasolini filmara «El Evangelio según San Mateo» (1964). Los «Sassi» de Matera fueron dados a conocer también por Mel Gibson en «La Pasión de Cristo» (2004). Muchos otros personajes del cine italiano e internacional han tenido relación con esta localidad, entre otros Alberto Lattuada, Francesco Rossi, los hermanos Taviani, Giuseppe Tornatore, Abel Ferrara y Fernando Arrabal («El árbol de Guernica»).
Las grandes masas turísticas que aterrizan en Italia se limitan casi siempre a visitar Roma, Florencia, Venecia y Nápoles-Pompeya. Matera, la joya de la corona de la bella región de Basilicata, se ha librado de esa invasión porque, situada en terreno verde rocoso y montañoso, no es fácil llegar hasta allí: no hay aeropuertos ni trenes de alta velocidad.
Pero no todos los materanos están de acuerdo con su alcalde. Un concejal le responde que el turismo se debe cuidar con buenos servicios, porque da trabajo y es fuente de riqueza. Pero De Ruggieri quiere desvincularse de esa tendencia de la masificación del turismo, uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años. Con sus casas en la roca, las iglesias rupestres, su cocina típica y cultura parece que deben ser patrimonio casi exclusivo de los materanos, según su alcalde, para que los turistas no alteren su alma prehistórica.
Los «Sassi» de Matera («piedra») y sus iglesias rupestres son Patrimonio de la Humanidad