ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Confidentes pasados a cuchillo
La emboscada de Latifiya provocó en el Gobierno la reacción contraria a la lógica: en lugar de responder al enemigo, se ordenó el repliegue de los militares en sus bases, lanzando un mensaje de miedo que fue captado por los iraquíes. Un detalle: al día siguiente, EE.UU. ofreció al Ejército acompañar a sus tropas en Latifiya... Se prohibió esa misión. A partir de enconces, nuestras fuerzas fueron hostigadas sin descanso y sin que hubiera reacciones contundentes. La posterior retirada de las tropas, tras la matanza del 11-M, no solo dio una imagen letal de nuestro país ante sus aliados, sino que además supuso un abandono de muchos de los confidentes que nos habían ayudado. Fueron pasados a cuchillo tras ser abandonados por los españoles. Los servicios de Inteligencia, por su parte, modificaron sus protocolos y en las misiones en el exterior los agentes trabajaron en equipos conjuntos con el Ejército, los EBOE, siendo los militares de Operaciones Especiales los que garantizaban su seguridad. Así fue hasta 2013, cuando el relevo del CNI lo ha tomado el Cifas (Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armdas), que despliega a su hombres en las zona de conflicto donde opera España.