Moción de censura contra el presidente

Será mañana lunes, auspiciada por los partidos de izquierda

PS, PCF y FI (Francia insumisa, extrema izquierda), presentarán este lunes una moción de censura parlamentaria contra el gobierno de Emmanuel Macron, en la Asamblea Nacional (AN). La moción de censura de la oposición de izquierdas, minoritarias, quizá no pueda prosperar, ni siquera aunque recibiera el apoyo de Los Republicanos (LR, derecha tradicional), pero permitirá confirmar la soledad política del presidente Macron, dentro y fuera de Francia.

La República En Marcha (LREM, el partido de Macron) tiene 309 de los 577 escaños de la Asamblea. Se trata de una mayoría más que suficiente para hacer fracasar cualquier tentativa de censura parlamentaria. Sin embargo, la crisis del heteróclito movimiento de los chalecos amarillos ha puesto en evidencia la insondable soledad política de Macron. Entre un 72 y un 80% de los franceses dicen tener mala o muy mala opinión de su presidente, cuyas ambiciones europeas y mundiales también sufren de su llamativo aislamiento en la escena internacional.

El movimiento de los chalecos amarillos ha conseguido movilizar contra el presidente a electores de muy distinta sensibilidad, que protestan por razones de fondo, entre la incoherencia y la angustia social. Extrema izquierda y extrema derecha tradicionales protestan y se suman a la contestación callejeras para denunciar el «sistema». Conservadores tradicionales protestan por la presión fiscal y la carestía de la vida.