ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El sueño de Jackeline acaba en pesadilla
Las autoridades de Estados Unidos y de Guatemala confirmaron ayer la muerte de una niña guatemalteca de 7 años, identificada como Jackeline Caal, fallecida por los efectos de una extrema deshidratación cuando se encontraba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza norteamericana. La chiquilla fue detenida junto a su padre por las autoridades migratorias el 6 de diciembre en Nuevo México al formar parte de un grupo de 163 personas que se entregaron a los agentes nada más cruzar irregularmente la frontera. Jackeline llevaba varios días sin comer ni beber agua, en un estado de extrema debilidad que se complicó al día siguiente de su retención con una fiebre altísima, vómitos y convulsiones. Trasladada en helicóptero a un hospital, los médicos consiguieron sacarla de un primer paro cardiaco, pero su corazón y el resto de sus órganos vitales estaban ya tan débiles que a las pocas horas falleció. El triste final de este episodio ejemplifica los peligros que acompañan a los miles de personas integradas en la caravanas de centroamericanos organizadas para entrar irregularmente en Estados Unidos. Y urge a la comunidad internacional a resolver el drama humano que se vive en la frontera, donde el sueño se convierte en pesadilla.