ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Año récord en el Valle de los Caídos por la exhumación de Franco
El complejo recibe, sin sumar diciembre, 340.590 visitantes, 57.313 más que en 2017
Una retención de 5 kilómetros taponaba el día de la Constitución el ramal que nace de la A-6 (la carretera de La Coruña) y que conduce al Valle de los Caídos. Frente a la entrada principal, que está flanqueada por dos alas porticadas, otra larga fila de visitantes atravesaba la gigantesca explanada. Desde que el pasado julio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abriera el debate sobre la exhumación de los restos de Francisco Franco, enterrados tras el altar de la basílica, se ha producido un importante repunte de visitantes atraídos por la curiosidad y la polémica en torno al lápida del dictador, que han hecho que este monumento cierre un año de récord.
El complejo ha recibido este 2018, sin contar con los datos de diciembre que están aún por cerrar, 340.590 visitantes, tal y como apuntan a ABC fuentes de Patrimonio Nacional. Esto es 57.313 más que en todo el año pasado. Y 70.000 más que en 2016. Esta cifra supuso una media de 1.028 personas al día, aunque en días festivos y fines de semana, como el del pasado 6 de diciembre, se llegaron a vender más de 4.000 entradas.
Todo ello supone unos ingresos medios diarios de 9.260 euros en tiques (la entrada general cuesta 9 euros) y unas ganancias de tres millones de euros en estos últimos once meses. Gracias a estos datos, el Valle de los Caídos se ha convertido en el tercer lugar más transitado, por detrás del Palacio Real (que cada año supera el millón de turistas) y del monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
La polémica desató en agosto una oleada de concentraciones en contra de la extracción de los restos de Franco. Las convocatorias emprendidas por el Movimiento por España atrajeron a cientos de personas en días como el 15 de agosto. Por ello, el monumento llegó a alcanzar los 60.024 turistas ese mes, el doble que el año anterior, que no se superaron los 34.000 visitantes.
«La mayoría de los que vienen son grupos de familias españolas, que llegan, no con intención de exaltar a Franco, sino que es por pura curiosidad, pensando que esta va a ser la última vez que lo van a ver abierto», explica a ABC el presidente de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, Pablo Linares. Es el caso de Javier, que acudió el 6 de diciembre junto a su mujer y sus hijas. «Hacía muchísimos años que no veníamos y hemos querido volver ahora por si lo cierran», cuenta este visitante madrileño, que recuerda que le llamó la atención la presencia en la cola de un argentino que lucía la camiseta del River Plate. Él es un ejemplo de los cientos de turistas extranjeros que los touroperadores traen a la basílica. En su caso, había aprovechado la visita a España con el objetivo de acudir la final de la copa Libertadores para también hacer un recorrido por el monasterio de San Lorenzo de El Escorial y al Valle de los Caídos.
«Este año se ha recuperado el paquete de visitas al monasterio y al Valle de los Caídos. Es algo que no pasaba desde 2009, cuando Zapatero ordenó el cierre de las visitas durante 33 meses (para restaurar en La Piedad de Juan de Ábalos)», afirma Linares. Las agencias de viajes fletan cada fin de semana autobuses cargados de visitantes extranjeros, especialmente, portugueses, chinos, japoneses, estadounidenses e iberoamericanos.
Este incremento de público se ha traducido muchos fines de semana en un colapso de la carretera que conecta el recinto con Guadarrama. Fuentes de la Guardia Civil explican a este diario que a menudo reciben quejas de los vecinos de las urbanizaciones cercanas, como La Pizarra, porque tienen problemas para entrar y salir de sus casas en coche. En varias ocasiones tuvo que acudir una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico para ayudar a descongestionar la zona.