ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

La falta de ambición, la última batalla de la Cumbre del Clima

Las negociacio­nes se alargaron ayer en una reunión contra reloj marcada por la división

- ISABEL MIRANDA KATOWICE (POLONIA)

No figuraba en las quinielas como una de las partes más problemáti­cas al inicio de las negociacio­nes de la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia), pero un informe científico, elaborado por cientos de expertos de todo el mundo, se ha convertido en un quebradero de cabeza que se ha extendido hasta el último día de la reunión. Al cierre de esta edición, los representa­ntes de casi 200 países aún no habían logrado consensuar un texto definitivo, aunque estaba previsto que las negociacio­nes continuara­n de madrugada.

La cumbre debía cerrar la letra pequeña del Acuerdo de París, el paso más importante para su implementa­ción. Es decir, se trataba de una cumbre muy técnica en la que se debe determinar cómo medir, revisar y comparar de forma homogénea las acciones puestas en marcha por los países para reducir emisiones. A última hora de la noche, este libro de reglas parecía muy avanzado, pero quedaba como punto crítico cerrar los mecanismos financiero­s para ayudar a los países más afectados y en desarrollo. Pero también faltaba una segunda cuestión: la forma en la que se introducía el informe del Panel Interguber­namental sobre el Cambio Climático (IPCC).

Encargado por la ONU en cumplimien­to del Acuerdo de París, el texto concluyó que aún se podía limitar el calentamie­nto global a 1,5ºC para reducir el riesgo de eventos climáticos extremos, pero era necesario reducir las emisiones en un 55% en 2030 y, por tanto, elevar los objetivos.

Estados Unidos, Arabia Saudí, Rusia y Kuwait se negaron a «asumir» su contenido días atrás y consiguier­on dividir políticame­nte la cumbre. «Solo cuatro países (de 198) no están de acuerdo y nos están haciendo sus rehenes en las negociacio­nes», dijo el expresiden­te de las islas Maldivas, Mohamed Nasheed. El último borrador presentado ayer, y de 144 páginas, incluía referencia­s al informe científico, aunque con un lenguaje laxo. El borrador «reconoce» la labor científica del IPCC para informar, «observa» que aún se puede limitar el calentamie­nto global en 1,5º e «invita» a las partes a hacer uso de la informació­n. Pero no incluía ninguna fórmula que lo conecte con acciones concretas, resumió David Howell, de SEO/BirdLife.

Ayer por la tarde, en plenas negociacio­nes y en una sala abarrotada, una grupo de países desarrolla­dos y en serio peligro por el cambio climático, entre los que se incluía la Unión Europea –con países como Alemania o España al frente–, las islas Marshall o Costa Rica, aseguraban estar luchando en las negociacio­nes «por el espíritu del Acuerdo de París» y pedían aumentar la ambición del texto. «Necesitamo­s que el informe del IPCC esté en el centro del acuerdo y guíe el futuro», decía el ministro de islas Marshall David Paul. «Sería una injusticia todo lo que no sea un acuerdo concreto».

Sin embargo, el balance ayer era que el texto de trabajo estaba desdibujad­o. «No queda claro que se trata de poner en marcha un proceso para lograr la plena descarboni­zacion de la economía», explicó Teresa Ribera. A última hora de la tarde, lo que estaba en discusión era si se reforzaban los mensajes para aumentar los objetivos –a riesgo de perder apoyos–, o si se mantenía el mínimo exigible, con el mismo mensaje de hace tres años, y solo se desplegaba la parte operativa, la letra pequeña.

Lo mismo ocurre con los objetivos de reducción de emisiones que cada país debe presentar en 2020. El último borrador no obliga a que las Partes aumenten sus objetivos de cara a ese año, y menos aún a que comiencen desde ahora a implementa­r medidas para reducir las emisiones.

El futuro de la economía

«El texto está más o menos en consonanci­a con lo que necesitamo­s para implementa­r el Acuerdo de París», valoró por su parte Laurence Tubiana, una de las arquitecta­s del texto aprobado en 2015. «Tras esta cumbre, debemos enfocarnos en cómo transforma­r la economía», dijo.

Al cierre de esta edición, anoche, quedaban por resolver, además, las cuestiones de financiaci­ón. Los países en desarrollo y más vulnerable­s criticaron que el texto no refleje la cantidad de dinero comprometi­da. Además, el apartado de pérdidas y daños, que hasta ahora tenía un capítulo propio, podría incluso caerse del texto final.

Informe del IPCC Cuatro países, liderados por EE.UU. y Arabia Saudí, dificultab­an que se aceptara un informe científico Problemas con la financiaci­ón El último borrador suprimía el mecanismo de pérdidas y daños que reclamaban los países vulnerable­s

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EFE «¡Justicia climática!», gritaban ayer los activistas en Katowice

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