ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Rafael Moneo y Alejandro Sanz inauguran las obras del nuevo proyecto de la Fundación Juegoterapia
La Fundación Juegaterapia, que ayuda a los niños enfermos de cáncer a través del juego, puso ayer la primera semilla de su IV «Jardín de mi Hospi» en la cubierta del Hospital Materno Infantil del Gregorio Marañón, que será inaugurado en la primavera del 2019. El artista Alejandro Sanz y el arquitecto Rafael Moneo han acompañado a la fundación durante la celebración de este acto de inicio de obras, en el que han plantado el primer árbol de muchos otros que formarán parte de este espacio al aire libre para todos los niños ingresados.
Este es el cuarto jardín que construye Juegaterapia. Los otros tres ya están en funcionamiento en los hospitales de La Paz y el 12 de Octubre, en Madrid, y La Fe, en Valencia. Y son cientos y cientos de niños, junto a sus familias, los que están disfrutando de estas zonas verdes mientras reciben sus tratamientos, y juegan con sus hermanos y amigos igual que cualquier otro niño. Porque «la quimio jugando se pasa volando».
El proyecto «El Jardín de mi Hospi» es una iniciativa original de Juegaterapia que puso en marcha en
2013 y que consiste en recuperar azoteas en desuso en los hospitales españoles y transformarlas en jardines al aire libre.
El arquitecto Rafael Moneo, autor del diseño del Hospital Gregorio Marañón, construido en el año 2003, ha querido apadrinar este proyecto que será realizado de forma solidaria por los arquitectos Paco Padilla y Juanma Nicás del estudio de arquitectura Padilla Nicás, que trabajaron durante muchos años junto a Moneo. Por su parte, el artista Alejandro
Sanz, padrino de Honor y colaborador habitual de la fundación, también participó en la plantación del primer árbol del «Jardín de mi Hospi» en el Hospital 12 de Octubre y en su posterior inauguración.
Asimismo, acompañó a Juegaterapia en la firma del acuerdo de colaboración entre la fundación y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) para financiar una beca de 100.000 euros destinados a desarrollar investigaciones sobre tumores pediátricos.