ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Ayuso atiza a Illa por su gestión: «Su único logro es ser catalán»
El exministro intenta explotar una imagen presidencial, ayer con el apoyo de Sánchez
Para tratar de rebajar la imagen presidenciable que se afana en labrarse Salvador Illa en este arranque de campaña, el PP sacó ayer a escena al ariete del partido que con mayor ahínco ha azotado a los socialistas durante los últimos meses, Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid viajó a Cataluña para poner al exministro de Sanidad ante el espejo de su gestión de la pandemia. Y el diagnóstico de la popular no pudo ser más contundente. Resumida en una frase: «El único logro que tiene Illa –para ser candidato a la Presidencia de la Generalitat– es ser catalán». Y por mucho que algunos postulados nacionalistas presuman de cuna, escaso margen de maniobra tiene uno mismo para elegir donde nacer.
Salvador Illa trata de valerse de su bagaje como pieza clave del Gobierno Sánchez en la gestión de la pandemia para proyectar una imagen centrista y erigirse en la única opción constitucionalista viable para acabar con el bipartito secesionista. Pero si hay alguien enfrente capaz arremangarse en el barro en ese terreno es la presidencia madrileña, dolor de muelas sin alivio del ejecutivo socialista en esta materia. En un acto ayer en Barcelona para arropar a Alejandro Fernández, candidato popular a los comicios del 14-F, Díaz Ayuso señaló a Illa por haber hecho las maletas y dar «la espalda a la mayor epidemia que ha sufrido España en todo un siglo».
La presidenta popular contrapuso dos modelos de gestión frente al Covid. El que, a su juicio, capitaneó Illa al frente del ministerio, un «desastre», que «lejos de ir contra la pandemia ha permitido que la pandemia arrase con todo». Y el que ella presume de practicar en la Comunidad de Madrid, menos drástico con las restricciones para perjudicar lo mínimo a la maltrecha economía. Todo lo contrario de lo que también hizo la Generalitat: «Es un delito que en Cataluña, con el clima que tenéis, tenerlo todo cerrado, tener a la gente en sus casas, tener a la gente arruinada y decir que esa es la manera de sortear la pandemia».
Habitual de las manifestaciones contrarias al independentismo organizadas por Societat Civil Catalana (SCC), Salvador Illa intenta, sin estridencias, labrarse la confianza del votante moderado que en los anteriores comicios, tras el « otoño catalán » , pudo verse atraído por las recetas contra el «procés» de Ciudadanos, ahora en caída libre. Casi toda su artillería dialéctica ayer fue para mostrar un perfil comprometido con el cambio tranquilo y acabar formando un Govern «cohesionado» en Cataluña, que no se puede permitir seguir sufriendo el «espectáculo» de la perenne guerra civil secesionista entre los socios del ejecutivo autonómico, los posconvergentes de Junts per Catalunya y Esquerra. En definitiva, superar la «década perdida» del «procés» y dejar atrás los «debates estériles» para dedicarse de manera definitiva a afrontar «problemas reales» con «soluciones reales».
Pero Illa sigue mostrando cierta tibieza frente al secesionismo, consciente también de que no puede cerrar las puertas a Esquerra si quiere ser «president». Para el exministro el «procés» es pasado, sí, pero si gana las elecciones, para él la solución no puede ser la revancha sino el «reencuentro». «No quiero perder ni un minuto más en la guerra de banderas», reivindicó ayer.
Hay un perfil de simpatizante del PP que también podría sentirse en la disyuntiva del antiguo votante de Ciudadanos, y que podría verse atraído por el «gentleman» de las gafas de pasta que no levanta la voz pero promete pasar página del «procés». A ellos iban dirigidas las advertencias de Díaz Ayuso, consciente también de que el PSC no puede, de ninguna manera, cortar todas las amarras con el secesionismo, especialmente con Esquerra: «El socialismo y el independentismo van totalmente de la mano » , advirtió la presidenta de la Comunidad de Madrid. Frente a esa supuesta candidez socialista con los escombros del «procés», Díaz Ayuso defendió el PP como un valor seguro, en estas elecciones, para «recuperar el “seny” (sentido común), el orgullo y la libertad».
Del «procés» al «progreso»
Illa, por su parte, contó en el segundo día de la carrera hacia el 14-F con el respaldo de Sánchez, que viajó hasta Tarragona para secundar a quien hasta hace poco días era uno de sus ministros con más peso. Pero Sánchez pasó por la campaña sin grandes titulares. Apenas un llama
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