ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
ORGULLO O VERGÜENZA
La vacunación de la población mundial frente al Covid-19 en un breve arco temporal es un desafío formidable para la humanidad, comparable a algunos de los mayores descubrimientos o a la conquista del espacio. Los científicos han realizado un extraordinario esfuerzo, sostenidos por gigantescas inversiones de las empresas y de muchos estados. Esa colaboración creativa de los sectores público y privado debe profundizarse. Están en juego la vida y la salud de millones de personas, así como la reactivación económica y la viabilidad de los sistemas de cohesión social. Millones de personas están siendo vacunadas, pero la lucha contra el reloj deja al descubierto muchos flancos. El ritmo de producción no permite llegar a todos los países, ni mantener la velocidad de vacunación deseable para frenar cuanto antes al virus. Las farmacéuticas han pecado de optimismo y muchos gobiernos, de ingenuidad. A las empresas hay que reconocerles su mérito y exigirles transparencia y que no se relajen; a los gobiernos, su responsabilidad de gestionar un proceso con una indudable dimensión moral. Y a la comunidad internacional, con la ONU como garante, que asegure que los más débiles y vulnerables del planeta no queden aparcados. Del resultado dependerán nuestro orgullo o nuestra vergüenza.