ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El rapero, las ‘zorras’ y ‘los abajo firmantes’
EL BATALLÓN, DE UNO EN UNO | Mucho se ha hablado de Podemos y su apoyo a Hasel y poco, muy poco, de otros colectivos que también han sacado la cara por el ‘pobrecito Pablo’ sin saber (suponemos) la catadura moral del rapero
«Cualquier zorra de mierda se cree irresistible». «¿Crees que puedes torearme a estas alturas?, vuelve a tu madriguera, zorra». «Me ofende que esa zorra crea que voy a hacerle caso por tener coño y dos tetas». «Resulta que si llamas zorra a tipejas como Esperanza Aguirre, algunos tarados dicen que eres machista. Cuánta tontería...». «Ulrike Meinhof sí era una periodista y no la zorra mercenaria de Ana Pastor».
Lo que antecede (y hemos obviado decenas más de comentarios absolutamente soeces y vejatorios hacia la mujer) no forma parte de ningún rap de Rivadulla, alias Pablo Hasel cuando se pone el chándal y sube al escenario, sino que son manifestaciones públicas hechas por el ‘artista’ en las redes sociales o ante una cámara. Tampoco forma parte de su ‘producción cultural’ apalizar periodistas o amenazar de muerte a un testigo que confrontaba la versión de un amiguete suyo en un juicio, o el preguntarle, también en público, a Pablo Iglesias, «si te pudieras cargar a Juan Carlos de Borbón, Amancio Ortega o Aznar. ¿A quién te cargarías de los tres?». Este es el rapero Rivadulla, esta es parte de su historia delincuencial y esa es la sentina que, para muchos, parece que tiene instalada en su sesera. Todo eso y mucho más lo ha dejado por escrito por lo que prestar apoyo al ‘músico’ es irse a casa con el ‘ pack Rivadulla’ completo: el rapero, el delincuente y ese grandísimo ser humano que destila un respeto reverencial a la mujer, entre otras ‘cualidades’ personales.
Porque mucho se ha hablado esta semana del apoyo de Unidas Podemos a Rivadulla y su brigadilla callejera pero muy poco del auxilio y comprensión que le han prestado diversos colectivos en forma de manifiesto, otrosí, carta abierta o cualquier otro formato de proclamación quejumbrosa que se encabeza con un ‘ los abajo firmantes’. Uno de los más comentados –lanzado antes de las noches de adoquín volandero contra la Policía, pillaje en la tienda y barricada de fuego– fue el suscrito por Joan Manuel Serrat, Pedro Almodóvar, Javier Bardem, Coque Malla, Santiago Auserón, Ana Tijoux, Alba Flores, Luis Tosar, Emma Suárez, Paco León, Fernando Trueba, Aitana Sánchez Gijón, Antonio de la Torre, Kiti Mánver, El Drogas, Esther Acebo, Alberto San Juan, Willy Toledo... y aquí ya paramos porque hay centenar y medio más de nombres que se solidarizan con el rapero, al que vienen a considerar como una especie de mártir de la libertad de expresión, aunque, en principio, aquí no parece de momento en peligro. Almodóvar, sin ir más lejos en tan selecto elenco, se inventó que el PP quiso dar un golpe de Estado en 2004 y nada le pasó. Conviene en cualquier caso citar sus nombres, sobre todo los de ellas, pues siempre es interesante saber quién se solidariza con un feminista y un ser humano de la categoría del rapero, al que nadie le pide que cante canciones de misa sino que como todos, ‘abajo firmantes’ incluidos, cumpla con la ley aunque, como es el caso de Hasel, uno tenga un caudaloso colector en la cabeza y se refiera a las mujeres como vulpejas.
A
Hasel nadie le pide que cante canciones de misa sino que cumpla
con la ley, con independencia de la sentina que la criatura tiene en
la cabeza