ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
EE.UU. retirará las tropas de Afganistán el próximo 11-S
El presidente quiere que coincida con el vigésimo aniversario de los atentados
«Saldremos de Afganistán», dijo Joe Biden el mes pasado, en su primera y hasta ahora única rueda de prensa como presidente de EE.UU. «La cuestión es cuándo saldremos». La respuesta la dará hoy el propio Biden, que tiene previsto anunciar la retirada definitiva de las tropas de EE.UU. de Afganistán, según adelantó ‘ The Washington Post’. El presidente de EE.UU. ha elegido una fecha simbólica para completar la salida del contingente militar: el próximo 11 de septiembre, el vigésimo aniversario de los atentados del 11S que originaron el despliegue de tropas en Afganistán.
Sus dos antecesores inmediatos, Barack Obama y Donald Trump, prometieron la salida de tropas sin lograrlo. La guerra de Afganistán es el conflicto bélico más largo en el que ha participado EE.UU. en su historia y, para los intereses de Washington, está enquistado desde hace muchos años: EE.UU. ha sacrificado la vida de 2.000 soldados – además de los 100.000 afganos que han fallecido–, ha perdido billones de dólares en el esfuerzo y no ha logrado grandes éxitos para someter a los talibanes o estabilizar al gobierno.
La Administración Trump inició el pasado otoño un proceso de paz con los talibanes, con conversaciones en Qatar, en las que acordó un plazo para la salida de las tropas de EE.UU.: el 1 de mayo, para lo que queda poco más de medio mes. El entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, exigió a los líderes contrapartidas, como romper sus lazos con Al Qaida y celebrar conversaciones de paz con el Gobierno de Kabul, liderado por Ashraf Ghani. Esas negociaciones no se han producido y, al contrario, l os talibanes han mantenido sus operaciones militares y han ganado terreno.
La Administración Biden tenía que decidir qué hacer con ese plazo heredado de sus antecesores. No ofrecer una nueva fecha de salida habría significado, posiblemente, el recrudecimiento de los ataques talibanes contra fuerzas de EE.UU. y un agravamiento de su participación en la guerra. Los últimos intentos diplomáticos del secretario de Estado, Antony Blinken, para avanzar hacia una solución negociada entre Kabul y los talibanes –cumbre en Turquía, negociaciones con potencias de la región– han naufragado y han podido ser el detonante de la decisión de la Administración Biden de decretar la salida.
EE.UU. tiene unos 3.500 soldados en territorio afgano, a los que se suman otros 7.000 de la coalición de estados que apoyan al Gobierno de Kabul, la gran mayoría de ellos de la OTAN. El segundo país con más fuerzas en Afganistán es Alemania, con mil soldados. España mantiene un contingente reducido de una treintena de militares como parte de la misión de la OTAN, muy enfocado al adiestramiento de operaciones especiales.
Tanto Blinken como el secretario de Defensa, Lloyd Austin, estuvieron ayer y estarán hoy en Bruselas para explicar a sus aliados de la OTAN los planes para su salida de tropas.
La decisión de Joe Biden es complicada porque todo indica que favorecerá una mayor desestabilización de Afganistán y una posible victoria militar de los talibanes, lo que pondrá en riesgo los esfuerzos de la coalición internacional por cimentar un gobierno democrático en el país. Pero también incide en el cambio de prioridades geoestratégicas que persigue la Administración Biden, con China y sus ambiciones militares como principal desafío.
Coste elevado EE.UU. ha perdido en Afganistán dos mil soldados y
billones de dólares con pocos
resultados
Peligros
La decisión puede llevar a una escalada de la violencia y una posible victoria de
los talibanes