ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Talavera
taba el prostíbulo. Era la que llevaba clientes a la casa y ordenaba a cada una de las víctimas con quién debían mantener relaciones sexuales.
Sustancias estupefacientes
Dentro de la finca se movían entre carretillas, materiales, herramientas de obra y cámaras de vigilancia, como se puede apreciar en la fotografía distribuida por la policía. La madama dormía también dentro de la casa, pero en una habitación cerrada bajo llave. Allí guardaba una pistola del calibre 22 y munición, según ha sabido ABC.
Durante las dos semanas que las víctimas permanecieron en la finca, no se les permitió salir de la casa y subsistían con una sola comida al día. Estaban condicionadas por la falta de dinero para subsistir y por el miedo a sufrir daños personales. Por eso, accedían a todo lo que la madama y su colaborador les exigían. Además de prostituirse, debían facilitar a los clientes sustancias estupefacientes y pastillas.
Por todo ello, solamente recibían una mínima parte del dinero de los clientes, mientras que la madama se quedaba con el resto. Ella ya tenía antecedentes, se dedicaba profesionalmente a la trata de seres humanos desde hace tiempo, mientras que el varón actuaba como su subordinado.
Él se encargaba de las labores de mantenimiento de la vivienda, que tiene una piscina. Pero hacía más. Cuando su jefa no estaba, también se ocupaba de distribuir a los clientes con las víctimas elegidas y de convencerlas para que obedecieran las directrices de la madama. Igualmente, cobraba el dinero de los servicios sexuales que las obligaban a prestar.
Imputada por seis delitos
Dentro de la vivienda, los policías encontraron también una papelina de cocaína y 1.050 euros, además de liberar a las víctimas y detener a sus carceleros. Dos días después, la madama pasó su primera noche en un centro penitenciario, donde continúa. La titular del Juzgado de Primer Instancia e Instrucción número 1 de Talavera decretó para ella prisión provisional comunicada y sin fianza. Se le imputa seis delitos, de momento: trata de seres humanos, contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, lesiones, amenazas y contra los derechos de los trabajadores.
Su colaborador, en cambio, está en libertad provisional y la juez sólo le acusa, de manera provisional, como presunto autor de un delito de trata de seres humanos, según fuentes del Tribunal Superior de Castilla-La Mancha.
La investigación continúa abierta porque los policías sospechan que los detenidos podían estar gestionando más prostíbulos en la comarca de Talavera.