ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Dos cultivos en Ciruelos con más plantas de marihuana que vecinos
La Guardia Civil incauta 621 unidades a un matrimonio, a su hijo y a su pareja
Ciruelos es un pequeño municipio toledano del partido judicial de Ocaña. Muy cercano al límite con la Comunidad de Madrid, la radial 4 y la A-4 están a un tiro de piedad de esta localidad, donde hay censadas 569 personas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con fecha del 1 de enero de 2020. Pues en esta población, la Guardia Civil ha vuelto a encontrar plantaciones de alto rendimiento de marihuana.
A primeros de año, fue detenido un individuo al que se llegó por un operativo de vigilancia a una víctima de violencia machista. Ahora, se ha desbaratado un presunto negocio familiar en dos viviendas: han sido arrestados un matrimonio, su hijo y su pareja, todos españoles, con edades entre los 23 y los 42 años. Se los acusa de los delitos de cultivo o elaboración de estupefaciente y de defraudación del fluido eléctrico, según informó ayer el instituto armado.
Además, han sido desmanteladas dos plantaciones instaladas en sendas viviendas unifamiliares, situadas en calles diferentes y donde se han incautado 621 plantas; más que vecinos censados en Ciruelos, 569.
Hasta allí se llegó después de que la Guardia Civil de Yepes, a cinco kilómetros de Ciruelos, iniciase una investigación siguiendo unas sospechas. Unos agentes observaron dos domicilios en los que los aparatos del aire acondicionados estaban funcionando las 24 horas y de los que emanaba el olor característico de la marihuana. Una vivienda era propiedad de un matrimonio y la otra estaba alquilada por otra pareja. ¿Un denominador común entre ellos? Los cuatro tenían una relación familiar de primer grado.
Con la orden de’ entrada y registro en la mano, los agentes descubrieron un segundo denominador común. Las dos viviendas contaban con instalaciones para el cultivo intensivo de marihuana: una de ellas, en la parte habilitada como garaje, y la otra, en tres habitaciones y el garaje. Además, en las dos casas se estaban haciendo un uso fraudulento del fluido eléctrico para mantener el cultivo.
La Guardia Civil desmontó la infraestructura de ambas instalaciones e incautó 204 plantas en la casa del matrimonio y 417 en la de su hijo, además de confiscar un vehículo de alta gama.