Camino de Tokio con la medalla incierta al cuello

Alejandro Blanco

Empieza a partir hacia Tokio la delegación española de los Juegos Olímpicos, donde nos deparan estadios vacíos y la ilusión, siempre estratosférica, nunca pandémica, de lograr un plus de superación y un esfuerzo al límite que culmine en medallas. Van a ser raros estos Juegos en su forzosa prórroga del aciago año pasado. Pero en su rareza, siempre queda la esperanza de que España, en cualquier disciplina, acceda al podio. Ventajas de ser español.