ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Las autonomías se rearman levantando un dique nocturno contra el virus
Navarra se suma a la petición de toque de queda; Cantabria y Cataluña encuentran el respaldo de la Justicia a la medida, vigente desde anoche
Crisis del coronavirus
En este mar revuelto de resoluciones judiciales diferentes en que se traduce el mapa de restricciones de la quinta ola (ya ‘tsunami’, otra vez) de contagios de Covid-19 en nuestro país, ayer Cantabria y Cataluña recibieron sendos espaldarazos a sus peticiones de imponer toque de queda nocturno. Cantabria lo hará en más de medio centenar de municipios, incluidos los más poblados –Santander y Torrelavega–, al tiempo que otras 161 localidades catalanas (incluyendo Barcelona) impedirán la libertad de movimiento de madrugada.
Navarra lo pidió ayer. Está a la espera de resolución judicial, como ocurre en Canarias (el archipiélago será la primera comunidad que apele al amparo del Tribunal Supremo, para que revoque la decisión del Tribunal Superior de Justicia canario), mientras que la Comunidad Valenciana se adelantó esta semana y ya lo impuso en 131 municipios, también con la capital entre ellos.
Cataluña Reclusión para seis millones de personas
Es la más restrictiva en el horario de madrugada: desde las 0.30 hasta las 6.00 horas. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) avaló ayer el confinamiento nocturno para los 161 municipios de Cataluña de más de 5.000 habitantes con una incidencia acumulada de la pandemia superior a 400 contagios por cada 100.000 habitantes o que estén rodeados por localidades con esta incidencia. Esta medida estará en vigor hasta el 23 de julio, con opción de prorrogarse.
Tras conocer la decisión del TSJC, Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, reiteró que «el confinamiento nocturno es una medida difícil, pero necesaria para frenar los contagios, para proteger vidas y el sistema sanitario (...). Entre todos tumbaremos la curva de la Covid-19». El toque de queda entró en vigor anoche y se aplicará con otras medidas ya aprobadas como la limitación a un máximo de diez personas las reuniones o encuentros sociales, el cierre de todas las actividades de ocio nocturno y restauración a las 0.30 horas y la prohibición de beber y comer en la vía pública, con la excepción de las salidas escolares o las actividades educativas. Con la evolución de la pandemia disparada, la Generalitat asume que las cosas no van bien. «Con estas cifras de contagios claramente no hemos hecho bien las cosas, no he hecho bien las cosas», asumió el consejero de Salud, Josep Maria Argimon.
Cantabria Limitación nocturna en 53 poblaciones
El toque de queda vuelve a Cantabria, más de dos meses después de que decayera con el estado de alarma y después de que los jueces de la región avalaran, ayer, la petición del Gobierno de Miguel Ángel Revilla de restringir la movilidad nocturna –entre la una y las seis de la madrugada esta vez– en los 53 municipios con más casos e incidencia. Entre ellos figuran Santander, Torrelavega y otros enclaves turísticos. Además, en esos ayuntamientos y en idéntica franja horaria se limitarán las reuniones a seis personas, desde anoche. El Ejecutivo aplicará estas medidas durante un periodo inicial de 14 días, según el permiso de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad. La resolución considera que las medidas que propone la Consejería de Sanidad «superan el juicio de proporcionalidad» y son «necesarias y equilibradas» ya que «la transmisión comunitaria está descontrolada y se está generando una ola epidémica con las incidencias más altas jamás registradas en Cantabria», que está batiendo récords de casos diarios y que ha subido al nivel dos (riesgo medio) debido al aumento de la presión hospitalaria.
El auto del TSJC contó con el voto particular de una magistrada, Paz Hidalgo, para quien «las dos medidas limitativas de derechos fundamentales no son proporcionales ni están justificadas». Pero sus colegas entienden que las medidas planteadas persiguen un fin de «elevada relevancia constitucional», como es el derecho a la vida.
Navarra Toque de queda en el 80% de los municipios
El Gobierno de Navarra también está decidido a aplicar el toque de queda entre la una y las seis de la madrugada en los municipios cuya tasa de incidencia de Covid-19 se encuentre en el nivel de riesgo extremo (mayor de 250 por 100.000 habitantes a 14 días y mayor de 125 por 100.000 a 7 días), que con los datos actuales en la mano, podría afectar al 80% de los municipios. El Ejecutivo de María Chivite solicita la autorización del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad (TSJN). Además, el Gobierno ha decidido limitar las reuniones a un máximo de diez personas en exteriores y dejar en suspensión la regulación que permitía comidas populares, pasacalles o espectáculos taurinos en la calle. El Ejecutivo foral quiere que las medidas entren en vigor en la noche del día 20 al 21 y se mantengan hasta el 29 de julio.
La consejera de Salud del Gobierno foral, Santos Induráin, anunció ayer estas medidas por el repunte incontrolable de casos. «Consideramos que son las medidas mínimas imprescindibles para intentar recuperar el equilibrio que hemos perdido», dijo y explicó que el porcentaje de municipios que podrían verse afectados por el toque de queda es «altísimo, teniendo en cuenta la incidencia media de Navarra». Induráin citó, específicamente, los casos de Huarte, Corella, Cintruénigo, Zizur o Pamplona con los barrios de Rochapea y Mendillorri. Así, indicó, habrá que esperar a la situación concreta del miércoles para conocer qué localidades tendrían toque de queda, que podría ser prorrogable.
«Hay que frenar la transmisión porque valores de incidencia tan altos no son admisibles; la hospitalización va a aumentar y es lo que queremos evitar». «Los profesionales sanitarios están disgustados, cansados y preocupados», advirtió para reclamar a la ciudadanía que cumpla las medidas. Sobre la posible adopción de medidas de restricción para la hostelería, la consejera de Salud señaló que no se ha planteado en la aprobación del vigente marco normativo.
cia el año 1570, tras el Concilio de Trento. Sus oraciones son solo en latín, los sacerdotes la celebran en voz baja y están de espaldas a los asistentes.
Se dejó de usar oficialmente en 1969, cuando Pablo VI la sustituyó con el rito actual de la misa. El rito actual puede celebrarse en el idioma de los participantes y en voz alta, y tiene mayor variedad de lecturas.
Muchos sectores tradicionalistas convirtieron la recuperación de la misa tridentina en bandera de sus protestas contra otros cambios que supuso el Concilio Vaticano II, como la libertad religiosa, el ecumenismo o la corresponsabilidad de los laicos. Algunos se rebelaron de forma más agresiva, como los seguidores del obispo francés Marcel Lefebvre. Él llegó a ordenar nuevos obispos desobedeciendo explícitamente a Juan Pablo II y situándose fuera de la comunión con el Papa.
Evitar rupturas
Para evitar nuevas rupturas y evitar que se alejaran de Roma algunos católicos de sensibilidad tradicionalista, en el año 2007 Benedicto XVI autorizó la libre celebración de esta misa, que pasó a presentarse como una «forma extraordinaria del rito romano». Esta licencia de uso era una excepcionalidad que «muchos dentro de la Iglesia» convirtieron en norma.
Han pasado catorce años y no se ha
Alejandro Blanco es presidente del Comité Olímpico Español (COE) desde septiembre de 2005 y ha sido testigo directo de once Juegos Olímpicos. Esta vez, en Tokio, todo será distinto. La pandemia ha desdibujado la cita a la que todo deportista sueña con acudir. Firme defensor de la Independencia del Movimiento Olímpico, asume que la ausencia de espectadores por la pandemia reducirá la espectacularidad: «No serán perfectos, pero serán unos grandes Juegos».
—Como consecuencia de la Primera y Segunda Guerra Mundial se cancelaron los Juegos de 1916, 1940 y 1944. La pandemia no ha podido con los de 2020, pero sí obligó a aplazarlos un año. ¿Dónde está la diferencia?
—No es comparable. La guerra vírica ha afectado a todos l os países del mundo, lo que no había ocurrido nunca. No podemos olvidar que más de la mitad de la población en un momento determinado estábamos confinados, más de 3.000 millones de personas estábamos en nuestras casas y creo que ha sido algo difícilmente imaginable. Dios quiera que no se repita nunca.
—Soy de los que dijo ‘sí’ a los Juegos de Tokio, pero una cita de estas características con las gradas vacías... ¿Hubiera sido mejor su suspensión? —Lo que mejor pudo hacer el Comité Olímpico Internacional y lo mejor que ha hecho el Comité Organizador, con Japón y con la Organización Mundial de la Salud, es tomar la decisión de posponer los Juegos y realizarlos este año. Evidentemente, falta el público, que es una parte muy importante del espectáculo deportivo, porque en las gradas está la pasión, están los llantos, las alegrías, las risas, los abrazos. Está todo lo que rodea al competidor y que hace que éste se sienta inmensamente feliz dedicándole a todos los asistentes su victoria y no solo su victoria, sino su actuación. La decisión es correcta, no es la perfecta porque estamos viviendo una situación dificilísima que tenemos que superar como sea, pero en todas las competiciones que se han iniciado sin público, el deportista se ha superado y ha intentado seguir haciendo lo que mejor sabe hacer que es competir. Repito: no serán unos Juegos perfectos porque faltan los espectadores, pero serán unos grandes Juegos. Y a través de los medios de comunicación más de 3.000 millones de personas van a ver estos Juegos que tendrán una incidencia en la sociedad que será superior a la que tuvieron todas las ediciones anteriores.
—Pasemos al terreno deportivo. La maratón y la marcha atlética se celebrarán en la ciudad de Sapporo. ¿Qué opinión le merece que la maratón, disciplina que normalmente clausura los Juegos, la trasladen a 800 kilómetros de Tokio?
—Ante lo que ha pasado, ante lo que está viviendo Japón y ante lo que estamos atravesando todos los países con el Covid-19, cambiar de sede a una prueba es intentar que las medidas de seguridad sanitarias sean las máximas. Además, se pretende que la familia olímpica esté en l as mejores condiciones para que el virus no le ataque y no se produzca otra pandemia a nivel mundial. Es una decisión difícil, pero seguro que lo valoraron todo para tomar esa decisión.
«No ir de paseo»
—¿Cómo ve a nuestros deportistas? ¿Han hecho una valoración de cuántas medallas podrían ganar los olímpicos españoles?
—He ido a muchas competiciones, realmente les veo en un estado de forma extraordinario y con unas ansias competitivas como hacía tiempo que no veía. Independientemente del número de medallas, soy inmensamente optimista con que el equipo olímpico español hará un gran papel en Tokio. —El barón de Coubertin nos dejó un legado: «Lo importante es participar». ¿Cree que cuando un deportista acude a unos Juegos sólo se conforma con participar?
—Es un lema muy importante, pero participar no significa ir de paseo. Todos los que tienen la oportunidad de clasificarse para los Juegos son unos elegidos. En Tokio va a haber 11.600 deportistas que representan a millones y millones de personas que practican deporte. Lo importante es participar, lo importante es competir. A partir de ahí ganarán los elegidos. Pero hay dos formas de ganar: una es ganar una competición y otra es ga
«Tres mil millones de personas hemos estado encerradas en casa. Dios quiera que no se repita nunca»
«El olimpismo es deporte, el olimpismo es práctica, pero el olimpismo también son valores»