ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Arrimadas clausura la convención de la supervivencia: «No se vence a quien no se rinde»
La líder de Cs marca distancias con PSOE y PP con su discurso más ideológico y reivindica el espacio liberal
Inés Arrimadas clausuró ayer la convención nacional de Ciudadanos (Cs) con un discurso de supervivencia. La grave crisis que atraviesa el partido, al borde de la desaparición en las últimas encuestas publicadas, no se tradujo en pesar ni en pesimismo en los dos días con los que Cs ha buscado reivindicarse como la única opción liberal de España. «No nos rendimos nunca y no se puede vencer a quien nunca se rinde», clamó Arrimadas, ante cerca de trescientos cargos y afiliados.
El alegato, un do de pecho, recogió el sentir general vivido en la convención. Un cierre de filas para gritar al mundo que ahí están, que los liberales españoles –en lo económico, sí, pero también en lo social– no se han extinguido. «Quiero pediros que huyáis de los cenizos y de los pesimistas», rogó Arrimadas, a una audiencia que respondía con aplausos en los momentos álgidos de su intervención. Al inicio y al final, en pie, todos ellos ovacionaron a una presidenta en horas bajas, cuyo liderazgo se ha cuestionado meses atrás desde ciertos sectores.
Pero este fin de semana, los trescientos militantes –el máximo permitido por el coronavirus– reunidos en el Palacio de los Duques de Pastrana, en Madrid, han debatido intensamente sobre contenido político. En los corrillos y en los grupos de trabajo dirigieron dos reproches a la dirección: haber pecado de indefinición ideológica en el pasado y que la convención no fuese «algo más»; con más duración y mayor calado. Querían más.
Esa indefinición, que asume la ejecutiva del partido, es precisamente lo que se pretendía corregir en esta convención política. ‘Liberales’, decía el lema, como hoja de ruta de los próximos años: libertad de mercado y derecho a la eutanasia; bajadas de impuestos y defensa del colectivo LGTBI. «Cs es el único que estuvo en la manifestación del Orgullo y en Colón contra los indultos», ejemplificó su líder.
«Superar los bandos»
Pero en su disertación final, sin leer, sorprendió el marcado contenido ideológico que le imprimió. Algo que no suele ser habitual en ella. Citó a Locke, a Montesquieu, a Adam Smith o a Tocqueville, quien dijo aquello de : «En cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla».
Y en los tiempos que corren en España, advirtió Arrimadas, existe riesgo de fractura si desaparece Cs. «España es un gran país, pero tiene dos grandes losas: el nacionalismo y el populismo. Estas dos losas el bipartidismo no las combate, las engorda», avisó, y añadió: «Necesitamos el espacio liberal: el único que puede orillar al nacionalismo y al populismo».
Arrimadas afirmó que lo primero que hizo cuando Cs cayó de 57 a diez escaños no fue pensar cómo los podían recuperar, sino reflexionar sobre si el espacio que representaba seguía siendo necesario. «No somos necesarios, somos imprescindibles», remarcó, y señaló a su opción como la única capaz de «superar los bandos».
Nostálgica, Arrimadas se remontó a 2011, a sus primeros pasos en política, y rememoró cómo entonces Cs solo tenía tres escaños en el Parlamento catalán y los sondeos auguraban que no obtendrían representación. Ahora, enumeró, Cs gobierna en 400 municipios, cuenta con más de 2.500 concejales y tiene a los vicepresidentes de Castilla y León y de Andalucía.
Los éxitos de Cs
Recordó además grandes éxitos del partido, como su victoria electoral en Cataluña que rompió el mantra de que toda la región era independentista, o el «Gobierno del cambio» logrado en Andalucía tras cuarenta años de socialismo. Allí precisamente, comentaban ayer dirigentes de Cs, se ve cómo mantienen el tipo en las encuestas.
Emulando a Vargas Llosa, Arrimadas dijo que el liberalismo es «inseparable de la tolerancia». Pero además de espacio ideológico propio, presumió de la regeneración que encarna. Sin ellos en la Comunidad de Madrid, lamentó, lo primero que ha hecho el PP es «controlar Telemadrid». Rechazó también el «capitalismo de amiguetes» y el reparto de los jueces, y agitó banderas que se apropia la izquierda, como lo verde –definió el cambio climático como «la mayor amenaza para el ser humano»–, el feminismo, la igualdad y el progresismo, mientras despreciaba «moralinas conservadoras». La «antorcha de los liberales», dijo parafraseando a Kennedy, es hoy de Cs. Y como declaró Adolfo Suárez al ser elegido presidente de la Internacional Liberal y Progresista, concluyó: «Salimos serenos, confiados y ocupados». Cs sigue dispuesto a pelear por sobrevivir.
Arrimadas señala a Cs como el único capaz de «orillar al nacionalismo y al populismo» frente a las cesiones del bipartidismo
Se declara ecologista y feminista, y avisa a la izquierda: «No dejaremos que se queden banderas que no les pertenecen»