ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Los contagios no son la medida
Terciar en la polémica sobre cómo hay que interpretar la quinta ola son ganas de llevarse un revolcón, porque como en muchas otras cosas en este país opinar se interpreta en clave de conmigo o contra mí. En cualquier caso, no queda otra, la confusión es general y para tratar de hacerse una idea de cómo puede afectar a la economía hay que sacar la cabeza de la centrifugadora de las noticias diarias. La gestión de la pandemia ahora y siempre se ha hecho en términos de la salud pública, que no la individual de cada una de las personas. No puede ser de otra manera. Cuando se tomaron las medidas de confinamiento más extremo fue cuando el sistema sanitario estuvo al borde del colapso. Desde entonces, en función de cómo ha ido evolucionando la incidencia hospitalaria, se han ido adoptando unas u otras acciones. Y no entro aquí si el Gobierno lo ha hecho mal, bien o regular. O si no tenía que haberse lavado las manos. Esa es otra discusión que a mí no me toca.
El problema ahora es que estamos utilizando los mismo indicadores –en concreto el de los