ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Creer en la recuperación
Hay un dicho anglosajón muy gráfico que reza así: si anda como un pato, vuela como un pato y hace ‘cuac’, ‘cuac’, entonces es que es un pato. Las dudas que en las últimas semanas se han suscitado sobre la posibilidad de que se trunque la fuerte recuperación en la que estamos en marcha no están justificadas. Este ciclo no ha tenido nada que ver con ciclos anteriores ni en su origen ni en su rápido desarrollo, pero comenzar a hablar de que estamos en los últimos coletazos resulta precipitado. A pesar de que en las últimas semanas la curva de tipos de interés o las Bolsas parecen estar poniendo en precio un fina final de ciclo mucho más rápido qu que cualquier otro, no se dan las circunstancias para que la expansión económica ahora en marcha se trunque.
Los ciclos no se mueren de viejos, sino que decaen cuando los bancos centrales pisan el frente ante los primeros síntomas de sobrecalentamiento de la economía. No estamos ahí. Ni siquiera en Estados Unidos, que es la región que claramente lidera el movimiento. La política monetaria, tanto en Estados Unidos como, desde luego, en Europa, esta vez va a ir muy por detrás de los acontecimientos. Los responsables de política monetaria no pierden la ocasión de enfatizarlo cada vez que están cerca de un micrófono. Sin ir más lejos, el propio presidente de la Reserva Federal la semana pasada remarcaba que tenemos políticas expansionistas para largo. En una economía como la americana que está creciendo casi al 8%, que en pocos meses va a estar en pleno empleo y con la inflación muy por encima de su objetivo, sus responsables monetarios no quieren ni oír hablar de retirar estímulos. Y en Europa todavía con más razón.
Los movimientos que hemos visto en la curva de tipos o en los distintos sectores de la Bolsa más ligados a la evolución del ciclo tendrán una u otra explicación. Yo no alcanzo a entenderlo. Pero desde luego lo que no tiene sentido es pensar que están poniendo en precio el final de este superciclo económico.