ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Las madres del 11-J claman por la libertad de sus hijos

- SUSANA GAVIÑA

an pasado diez días desde que estalló la ola de protestas en Cuba. Miles de cubanos salieron a las calles de decenas de pueblos y ciudades, a cara descubiert­a, reclamando sus derechos y denunciand­o la situación económica y sanitaria que atraviesa el país. La respuesta del régimen cubano fue la represión con la violencia por bandera y deteniendo a miles de personas. Diez días después muchos siguen desapareci­dos, y otros han podido ser ubicados en alguna de las estaciones policiales que se multiplica­n por la isla. En ellas reina el caos, la desinforma­ción y la violencia ejercida contra los detenidos, según han podido relatar algunos de los testigos.

«No me callaré hasta tener a mi hijo de vuelta. Pienso que ninguna madre debe callar su dolor, apenas son niños que nos necesitan más que a nadie». Es el grito de dolor de Ida Ramos, colgado en una de las plataforma­s creadas para denunciar las desaparici­ones y detencione­s, y pedir ayuda. Su hijo, de 16 años, fue sacado de casa y acusado «de construir bombas molotov». Ella, al menos, sabe en que estación policial se encuen

Htra el menor. Muchos otros siguen buscando a sus familiares: hijos, primos, hermanos... La desesperac­ión ha alumbrado el Movimiento Madres del 11-J, que han convocado, a través de las redes sociales, para hoy miércoles una manifestac­ión en apoyo a los cubanos «detenidos, desapareci­dos, heridos y fallecidos» durante las protestas, según recoge el medio independie­nte ‘CubaNet. El grupo defiende que sus hijos y familiares «no son delincuent­es», sino «personas que solo quieren respirar la libertad y nosotras se la debemos. Los quieren encausar y condenar para acallar sus voces y doblegar su valentía. No lo permitamos», reclaman. Las madres acudirán sin los hombres, para evitar que las fuerzas de seguridad usen la violencia. Los hombres, situados al margen de la marcha, grabarán y «transmitir­án al mundo» lo que suceda.

Procesos sumarios

Las cifras sobre detenidos y desaparici­ones son confusas. El caos y el intento de intoxicar por parte del régimen, a través de una campaña de ‘fake news’, hace diferir los datos entre los organismos que están monitoriza­ndo la situación. Según el grupo no gubernamen­tal de asesoría jurídica Cubalex, la cifra de detenidos y desapareci­dos ascendería a 426 personas, tras haber sido liberadas en los últimos días 82, según confirmó la abogada Giselle Morfi Cruz a Radio Martí.

Por su parte, Prisoners Defenders (PD) ha documentad­o 326 casos de detencione­s y/o desaparici­ones forzadas. «El pasado día 14 reportamos 187 casos –que fueron remitidos al Comité contra las Desaparici­ones Forzadas de la ONU– de los cuales alguna decena ha salido en libertad con cargos, o con multas», explica a ABC el presidente de la ONG, Javier Larrondo.

PD ha denunciado además el proceso al que están siendo sometidos los detenidos. «Los procesamie­ntos que estamos presencian­do son mediante el proceso sumario exprés o Atestado Directo, un proceso que es puramente policial. Dado que el Atestado Directo es un proceso que no requiere de abogado, es opcional para el proceso, al igual que la figura del fiscal. Las vistas en las que se sentencia se producen en muchos casos sin abogado y en algunos casos con un abogado puesto por la Seguridad del Estado en el momento de la vista», subraya Larrondo.

Uno de los problemas que se encuentran las ONG para poder cuantifica­r el número de desapareci­dos y/o detenidos es la campaña de desinforma­cion puesta en marcha por el Gobierno cubano. «El régimen, por supuesto, está intoxicand­o con contrainfo­rmación todo lo que puede. Vídeos que son reportados por activistas amenazados como de ayer, pueden serlo del día 11. Ante el miedo, el ser humano puede llegar a vender a su madre si es preciso. Igualmente está ocurriendo con algunos de los registros de detenidos. El régimen tiene como prioridad contrainfo­rmar para luego diplomátic­amente, a puerta cerrada, desacredit­ar el trabajo que en su 90% es real y serio. Así lo hicieron durante 63 años en Cuba, y ahora no van más que a potenciar en lo posible ese patrón de actuación».

Cientos de personas siguen detenidas o desapareci­das tras participar en las masivas manifestac­iones en Cuba. Los detenidos se enfrentan a procesos sumarios y sufren palizas

Detenidos y golpeados

Al drama de no saber dónde están los familiares, se suma el trato que estos están recibiendo. Los testimonio­s de aquellos que han sido excarcelad­os son estremeced­ores. El profesor Leonardo Romero Negrín, actualment­e en arresto domiciliar­io, fue golpeado y vio como otros, incluidos ancianos, eran maltratado­s. «Lo que me hicieron a mí fue poco. Había gente que tenía un moretón en el ojo, la cara hinchada, otros con yeso, con dedos fracturado­s. A un viejito lo trajeron el viernes, lo fueron a buscar a su casa porque lo vieron en una cámara –relata al medio ‘La joven Cuba’–. Lo bajaron en Ivanov esposado y lo hicieron pasar por algo que se conoce como Somatón. ¿Qué es eso? Pues los bajan del camión y hay una hilera de militares a la izquierda y otra a la derecha, y tienen que pasar todos los reclusos por el medio de esas dos hileras para que les caigan a tonfazos [golpes propinados con la tonfa, arma contundent­e reglamenta­ria]».

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// AFP Un joven es detenido el pasado domingo tras participar en las protestas de La Habana

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