ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Imputan a la alto cargo balear que aisló a los alumnos en un hotel
Darias culpa a los estudiantes que viajaron a Palma de ser el germen de la quinta ola
La directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font, está siendo investigada por un juzgado de Palma por un presunto delito de prevaricación y detención ilegal. La alto cargo del Govern balear ordenó el confinamiento forzoso y bajo custodia policial de 270 estudiantes que se encontraban en Mallorca en viaje de estudios a finales de junio, tras detectarse un megabrote de Covid. Font tendrá que declarar el próximo 7 de septiembre.
Tras la querella de una progenitora, el juzgado ha decidido investigar las circunstancias que rodearon el traslado vigilado por la Policía Nacional y el confinamiento de estudiantes peninsulares en el Hotel Palma Bellver ordenado el sábado 25 de junio. Los padres de algunos de estos jóvenes alegaron que sus hijos fueron trasladados sin su autorización al hotel medicalizado ubicado en el paseo marítimo de Palma, destinado a los turistas que dan positivo en Mallorca para que cumplan cuarentena. Además, las primeras órdenes de traslado fueron confusas y se hicieron presuntamente cuando todavía no se había firmado la resolución de Salud.
Decisión desproporcionada
Los progenitores presentaron un alud de ‘habeas corpus’ ante el juzgado de guardia alegando que todos fueron desestimados. Posteriormente, otra juez tumbó parte de la resolución de la directora general que ordenó el internamiento forzoso de los estudiantes al considerar que no era proporcionada. Esa decisión judicial permitió la salida de los jóvenes no contagiados del hotel.
La jueza entendió que el Govern balear debería haber demostrado de forma más individualizada que los afectados no contagiados eran contacto estrecho de los positivos. La magistrada destacó en su auto que en la resolución del Govern balear «no se especificaba de forma clara ni directa» datos más específicos como «su situación particular, fecha de llegada, periodo de estancia en la isla, grupo al que pertenecía, hotel de hospedaje y actividades de ocio relacionadas». Asimismo, destacó que la orden de Salud tampoco concretaba si mantuvieron «un contacto real, ni con qué intensidad» con los contagiados y subrayó que «no bastan meras consideraciones de conveniencia, prudencia o precaución» para limitar derechos fundamentales. El Govern siempre ha defendido que su actuación fue correcta y legal, pese al varapalo judicial. La consejera de Presidencia, Mercedes Garrido, aseguró que el Govern volvería a hacerlo. Sin embargo, la falta de cobertura legal ha dado pie a que prospere la querella contra la directora general de Salud Pública, sin perjuicio de que puedan imputarse otras personas.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, se remontó ayer al comienzo de los contagios, que «empezó –culpó– con un macrobrote en Mallorca que se produce como consecuencia de viajes de fin de curso». Según la titular de Sanidad, 9.000 personas estuvieron implicadas en ese foco y provocó 2.000 contagios. Además, hizo mención a los brotes de Salou y Malta, informa
cir, que el sistema inmune aprenda a tolerar ese órgano extraño y así evitar la toxicidad de los inmunosupresores».
Y una de las líneas de investigación más prometedoras es un tipo específico de células que se llama células T reguladoras que lo que hacen es «regular, evitar las respuestas excesivas o inadecuadas del sistema inmune y que se ha visto que estas células T reguladoras (Treg) juegan un papel clave en prevenir las alergias, las enfermedades autoinmunes o incluso rechazo».
Tres bebés del Marañón
El proyecto, en el que ya se ha incluido a tres bebés, utiliza las propias células del paciente, que tiene un efecto supresor para evitar precisamente el rechazo. Los investigadores, en vez de utilizar sangre periférica, han buscado una fuente distinta de estas células. «El timo es un órgano que es muy grande en los niños, y es precisamente donde se producen las células T reguladoras y está situado justo encima del corazón». Las células Treg obtenidas de tejido tímico poseen cualidades únicas y una altísima capacidad reguladora. Este ensayo, el primero a nivel mundial que realiza una terapia con Treg en niños trasplantados, es también el primero que emplea en humanos células thyTreg obtenidas de tejido tímico en vez de Treg de sangre.
De los tres niños en tratamiento, la primera en recibirlo fue la pequeña Irene, de seis meses, que nació con una cardiopatía congénita que requería un trasplante cardiaco. Además, debido a que se han obtenido una gran cantidad de células (100.000 millones), se pueden almacenar no solo para usar en este paciente en el futuro, sino que los investigadores está analizando su posible uso en otros pacientes.
En este ensayo se administra una dosis de células para evitar el rechazo. «Dado que tenemos muchas células congeladas del paciente, nos planteamos en futuros ensayos administrar más dosis si vemos signos de rechazo o cuando sea adulto», indica. Y, por último, «pensamos que las células de un paciente también podrían utilizarse en otros pacientes en los que el timo por ser adultos ya no es funcional o en los que no se puede hacer este tipo de intervenciones», apunta.
Correa destaca que conseguir inducir la tolerancia «reeducando» la respuesta inmune del receptor con la estrategia propuesta podría resolver el problema de la supervivencia del injerto en estos pacientes y prolongar de forma notable su esperanza de vida. «Conseguir que un trasplante de órganos sea para toda la vida tendría un grandísimo impacto médico, económico y social», concluye. «Esperemos que con este estudio se beneficie Irene, pero también muchos otros niños», dicen los padres de la niña.