ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Encañona a un helicóptero de incendios para que no cogiera agua de su finca
El Plan de Emergencias por Incendios Forestales de Castilla-La Mancha (Infocam) lo deja meridianamente claro: «Las infraestructuras de servicio a las edificaciones o instalaciones incluidas en zonas de alto riesgo (ZAR) de incendio tendrán servidumbre de uso para su utilización por los servicios de prevención y extinción de incendios».
Sin embargo, un hombre de 63 años reaccionó de una manera violenta el domingo cuando vio cómo un helicóptero recogía agua de la balsa de su finca. Apuntó con su escopeta al piloto para que se marchara y ahora tendrá que responder por un delito de amenazas. El arma estaba cargada con dos cartuchos.
La aeronave del Infocam participaba en la extinción de un incendio en San Martín de Montalbán, a 45 kilómetros al suroeste de la ciudad de Toledo. El fuego se había declarado sobre las tres de la tarde en una zona agrícola próxima a la ermita de Melque, un complejo monástico visigodo con una gran riqueza cultura situado a cinco kilómetros del casco urbano.
La Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Toledo, que coordinaba la intervención con el Servicio de Emergencias 112 de Castilla-La Mancha, montó junto a la ermita un centro de coordinación y dirección. A él se sumaron agentes de San Martín de Montalbán, Los Navalmorales y La Puebla de Montalbán, además del Seprona.
Inesperadamente, entró un aviso inquietante a eso de las 20:30 horas. Una persona amenazaba con un arma de fuego a un agente del Infocam, indicaba la comunicación, mientras se continuaba trabajando duramente para apagar el fuego, declarado de nivel 0 -el primero y más bajo en la escala-. En su extinción participaban 65 personas y 17 medios; entre ellos, cinco aéreos.
Ante la notificación, efectivos del instituto armado se dirigieron al lugar e identificaron al presunto autor: un español de 63 años sin antecedentes policiales. Era el propietario de la finca donde un helicóptero de extinción de incendios intentaba recoger agua de una balsa para sofocar las llamas. Como no estaba de acuerdo, el dueño apuntó a la aeronave con una escopeta, cargada con dos cartuchos, para que el piloto depusiera su actitud.
Los agentes de la Guardia Civil aprehendieron el arma y tomaron manifestación al hombre en calidad de investigado, aunque no fue detenido, por un presunto delito de amenazas con arma de fuego.