ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Una negociación al límite: «Los partidos estaban de uñas»
Hacienda asumió las riendas y tuvo que elevar la negociación hasta la Generalitat
Mañana frenética en el Congreso de los Diputados. El Gobierno salvó ‘in extremis’ tres votaciones clave antes de cerrar el curso político. Y lo hizo aferrado a su relación con ERC, en una negociación que no se cerró hasta la misma mañana de la votación.
Se logró salvar la convalidación de los dos decretos leyes que por momentos estuvieron perdidos: el de los interinos y el de la retirada de mascarillas en el exterior. También salieron adelante la rebaja temporal del IVA de la luz y las nuevas medidas culturales y deportivas. Los socialistas se van de vacaciones con un regusto dulce, evitando un serio varapalo, pero con el recuerdo fresco de su frágil mayoría.
En septiembre pasará al primer plano la negociación de los Presupuestos Generales del Estado y el Gobierno ha ensayado sus alianzas. La aspiración es no ir tan justos. Socios habituales del Gobierno como Bildu, el PNV y Más País marcaron ayer distancias respecto al Ejecutivo. Estos partidos vuelven a criticar «el abuso» de la figura del decreto ley que el Gobierno está desplegando. Y la falta de voluntad del Gobierno por negociar previamente con sus socios habituales las normas que desea aprobar.
El gran escollo estaba en el decreto de interinos. Al llegar al Congreso por la mañana el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ya apuntaba que las cosas habían mejorado: «Estamos mejor que ayer», reconocía. Fuentes del Gobierno admitían ayer que ha sido «una negociación dura». La cuestión superó la dimensión de los grupos parlamentarios y el Ministerio de Hacienda y Función Pública, que heredaba la defensa de este decreto que elaboró Miquel Iceta, se encargó de liderar las negociaciones con ERC. Fuentes del Ejecutivo apuntan que las negociaciones del equipo de María Jesús Montero se realizaron directamente con la Generalitat de Cataluña.
El Gobierno rápidamente interpretó que tenía que concentrar sus esfuerzos en ERC, que además aporta 15 votos en cada votación. «Bildu y PNV ya
Podemos sufrió fugas en sus filas: una diputada rompió la disciplina de voto y otro parlamentario no participó en la votación
tenían clara su posición», dicen desde el Gobierno. Aunque también se mantuvieron los puentes con el PNV, que es el socio habitualmente más fiable del Ejecutivo, hasta lograr que no votasen en contra y se quedasen en una abstención «crítica». Pese a que al PNV no le gustaba el decreto, al final no votaron en contra para no provocar un choque con el Gobierno de cara a futuras negociaciones.
Apoyo de última hora
«Los partidos estaban de uñas porque no se había negociado antes», reconocen fuentes gubernamentales. Cuando arrancaba el pleno el acuerdo no estaba cerrado. «De hecho el acuerdo se ha cerrado prácticamente cuando iba a empezar la intervención de la ministra Montero», explican fuentes socialistas.
Al final de la mañana se empezaba a respirar con algo más de alivio entre las filas socialistas. Tenían el compromiso de ERC de no bloquear la norma. Pero en los pasillos del Congreso generaba extrañeza que los diputados de Gabriel Rufián fueran a consumar un giro tan rotundo después de las duras críticas del día anterior. Aun así, en el Gobierno se mantenían esperanzados: «Debería votar sí, llevamos desde ayer por la noche negociándolo».
El «sí» de ERC finalmente no falló. Pero la fragilidad de la mayoría iba a deparar todavía nuevas sorpresas. La primera votación arrojó un empate a 170 votos y la votación tuvo que ser repetida. En el segundo intento, los apoyos superaron por un voto a los rechazos (170 frente a 169). La diferencia se debió a que una diputada de Unidas Podemos, Rosa Medel, votó en contra en la primera votación. Y no fue un error sino a voluntad. Medel es médico de profesión, ha sido interina muchos años y no le gustaba el decreto. Pero al ver que no salía adelante en primera votación decidió no participar en la segunda. Otro parlamentario no participó en la votación.
Los socios minoritarios de la coalición expresan en privado malestar por cómo negocian los socialistas y también tenían dudas con el contenido del decreto. El Gobierno respira. Pero sus aliados avisan: «Siguen con los decretos como si tuviese mayoría absoluta y a veces parece que no hablan ni entre los ministerios. Hoy han sudado y algún día se van a llevar un disgusto».
‘El Gobierno cede y libra de
opositar a interinos con diez años
de antigüedad’. [Pág. 29]
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