ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Bruselas rechaza renegociar el Brexit por el Protocolo de Irlanda
Londres afirma que los controles de los bienes que envía al Ulster pueden dejar a su provincia «desabastecida» La presión de los unionistas de Irlanda del Norte para eliminarlos ha creado «un clima político febril»
e daba por hecho que sería problemático, pero no que los problemas estallasen tan pronto. El Gobierno de Londres ha iniciado un pulso con la Unión Europea acerca del famoso protocolo irlandés que quiere renegociar y desde Bruselas, la Comisión Europea ha contestado que eso es «inaceptable».
La formulación elegida por el ministro para el Brexit, David Frost, para expresar la situación daría para muchos chistes. Solamente han pasado cinco años desde el referéndum en el que decidieron romper una relación de más de cuarenta años y menos de tres meses después de que entró en vigor el acuerdo con los términos de la nueva relación y las autoridades británicas
Sya afirman que con la UE «no podemos seguir como estamos» en lo que respecta a Irlanda del Norte. En un discurso ante la Cámara de los Lores, Frost dijo que el Gobierno de Boris Johnson ha llegado a la conclusión de que debe haber cambios esenciales en el protocolo acordado con la Unión Europea en diciembre pasado. Aunque admite que la situación no justifica «todavía» aplicar el artículo 16, que permite que ambas partes dejen de cumplir unilateralmente las reglas en caso de que aparezcan «efectos inesperados» por su aplicación, el discurso se considera una amenaza clara en este sentido.
En respuesta, el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de las relaciones con el Reino Unido, Maros Sefcovic, publicó poco después un comunicado en el que afirma que para la UE la petición de renegociar el protocolo es «inaceptable», aunque deja abierta la posibilidad de estudiar algunas de las propuestas y buscar «soluciones creativas» para resolver los problemas. «Continuaremos colaborando con el Reino Unido, también sobre las sugerencias hechas hoy. Estamos dispuestos a seguir buscando soluciones creativas, en el marco del Protocolo, en interés de todas las comunidades de Irlanda del Norte. Sin embargo, no aceptaremos una renegociación del Protocolo» decía en su comunicado el vicepresidente Sefcovic. De alguna manera, la Comisión no se cierra ante la opción de buscar soluciones como ya ha hecho en el caso de la circulación de medicinas, pero marca también una línea roja.
El Gobierno de Londres sostiene que los controles que prevé el protocolo irlandés para las mercancías que entren en Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido son excesivos y que pueden llevar al desabastecimiento de esta provincia. Bruselas impuso este mecanismo para evitar que haya que reimplantar una aduana física con la República de Irlanda. Estos controles dentro del espacio económico británico
El comisario Sefcovic afirma que la UE puede examinar propuestas para buscar «soluciones creativas» a los problemas
han sido percibidos como un obstáculo burocrático innecesario por parte de los operadores y son un anatema inaceptable para los unionistas radicales del Ulster que han suscitado un «clima político febril» en la provincia, como ha reconocido el propio Frost.
«Nuevo equilibrio»
Frost pidió un «nuevo equilibrio» para garantizar que las mercancías puedan circular mucho más libremente dentro del territorio aduanero del Reino Unido, al tiempo que prometió que se garantizará que se apliquen controles completos a las mercancías destinadas a la UE. También propuso un «marco de tratado normal, similar a todos nuestros otros acuerdos internacionales», de modo que el Reino Unido también reconocería su «parte de responsabilidad» en ayudar a la UE a proteger su mercado único, del que forma parte Irlanda. Para la UE, sin embargo, el cumplimiento del protocolo sigue siendo «imprescindible» y recordó que es fruto de un tratado firmado por el Reino Unido y que «el respeto de las obligaciones legales internacionales es de suma importancia».
El representante británico mencionó su exigencia de que se elimine cualquier competencia que aún tiene el Tribunal de Justicia de la UE a la hora de dirimir las posibles diferencias en este campo. Para Frost, lo que hace falta
terceptar el mayor número posible de embarcaciones ilegales que trasladan emigrantes al Reino Unido.
En pateras
Londres, por su parte, financiará las medidas, que incluyen también aportar dinero para los campos de refugiados en territorio francés, e invertirá 62,7 millones de euros entre este año y el siguiente, según afirmaron ayer tras una reunión el ministro de Interior francés, Gerald Darmanin, y su homólogo británico, Priti Patel. Muchas de las medidas serán implementadas en territorio francés para impedir la salida de pateras rumbo a las Islas Británicas y Francia aseguró ayer haber impedido que 7.500 personas llegaran al Reino Unido desde el año pasado y en lo que va de 2021.
El pasado lunes al menos 430 personas cruzaron el canal de la Mancha rumbo a Inglaterra, entre los que había mujeres y menores. Esta cifra marca hasta ahora el récord del mayor número de personas que lo han hecho en un día.
Al menos 8.452 personas cruzaron el canal de la Mancha en pateras en lo que va de año, superando ya la cifra total registrada en todo 2020, según la agencia de noticias de la Asociación de la Prensa británica. El Gobierno británico ha adoptado muchas medidas en los últimos meses para convertir el país en un lugar menos atracttivo para la inmigración ilegal y ha reforzado las sanciones contra todos los agentes y organizaciones implicadas en el tráfico ilegal de personas.
Francia, por su parte, anunció ayer que reforzará también los controles y los efectivos desplegados en sus fronteras con España e Italia.
Según el Ministerio del Interior británico, la ayuda prestada por Londres a París el año pasado permitió que Francia doblara el número de sus agentes en las playas del norte. Eso permitió, según la misma fuente, que el número de ilegales que llegaron a las islas cayera este año a la mitad respecto al mismo periodo del año pasado. No obstante, ante el aumento de la vigilancia las mafias del traslado de emigrantes están moviendo sus operaciones más al norte en la costa francesa, aumentando así la distancia que deben recorrer y los riesgos.
Los nuevos acuerdos de colaboración no implican que los franceses puedan intervenir en alta mar, aunque las autoridades británicas han sugerido a París la organización de patrullas conjuntas. Según la BBC, la respuesta de Francia es que «por ahora no están preparadas para intervenir en el mar, solo en tierra», en su territorio, antes de que los emigrantes zarpen.
Penas de cárcel
El nuevo acuerdo franco-británico significa, en cambio, que la ayuda que preste Londres permitirá a París «situar a más policías en la costa norte, y utilizar la tecnología de última generación».
La ministra británica Victoria Atkins declaró a la BBC que el Gobierno quiere «rutas seguras para los emigrantes legales», y desmantelar las organizaciones criminales que se dedican al tráfico de personas.
En realidad, el Gobierno de Johnson amenaza también con aumentar las penas contra los ilegales detenidos cuando llegan a las islas Británicas. La Ley de Nacionalidad y Fronteras, que se debate en el Parlamento, contempla penas de hasta cuatro años de prisión para quienes intenten entrar en el país sin papeles. El Gobierno espera que esta legislación sea disuasoria de cara a los ilegales, pero oenegés como Refugee Action la han calificado como «radical y despreciable».