ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La pandemia dispara los costes
y se están extremando las medidas de seguridad, los japoneses temen un estallido de la epidemia por la llegada de 18.000 atletas, miembros de comités olímpicos y periodistas venidos de todo el mundo.
Los esfuerzos del COI y el gobierno japonés por ofrecer garantías en cuanto a seguridad y control de l a pandemia para ofrecer unos Juegos seguros no han evitado el temor que existe hoy en día entre la población de Tokio, principalmente, aunque la preocupación se extiende a todo el país. Las encuestas han mostrado una oposición a los Juegos por encima del 80%, inédita en la historia olímpica, y la más reciente dice que el 68% de los japoneses no cree que los organizadores controlarán las infecciones.
Rechazo al primer ministro
Mientras, la insistencia por sacar los Juegos adelante ha hundido la aceptación del primer ministro, Yoshihide Suga, hasta el 35%, a quien achacan que se ha plegado por completo a los deseos del Comité Olímpico Internacional por organizar un evento fundamental para su economía en tanto deja de lado los problemas sanitarios del país.
A Suga también se le castiga por la lentitud en la campaña de vacunación y aunque Japón no es ni de lejos el país más golpeado por el coronavirus, el repunte de casos ha llevado a decretar el estado de emergencia en
Por si fueran pocos los problemas que ha creado la pandemia, hay que añadir el notable incremento del coste de los Juegos respecto al presupuesto inicial, al punto de convertirse en los más caros de la historia con unos 13.000 millones de euros, más del doble de lo que se esperaba cuando arrancó el proyecto y un 21% más por culpa de la pandemia y sus imprevistos.
A finales de diciembre el comité organizador agregó un presupuesto de prevención de infecciones, entre ellas un sistema de inspección para los atletas y otras personas relacionadas con los Juegos, medidas como la subcontratación de pruebas de PCR y centros de actualización para la recogida de muestras. También se ampliaron los fondos para desarrollar el trabajo de control de infecciones y esterilización en la Villa.
Y otro aspecto que ha disparado los costes ha sido el retraso de un año en los Juegos que ha obligado a reorganizar y realquilar todo tipo de materiales y vehículos.