ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El gran debut de Delphine de Bélgica como princesa en la Fiesta Nacional
La participación en el desfile militar de la princesa heredera Isabel y los rumores de divorcio del príncipe Laurent también marcaron la jornada
Este 21 de julio, los actos institucionales de la Fiesta Nacional de Bélgica –con la celebración del 190 aniversario de su primer rey, se han visto marcados por una injustificada ausencia y una inesperada presencia que han alimentado todo tipo de rumores, convirtiendo a los miembros de la Familia Real belga en protagonistas involuntarios de un auténtico vodevil. A la misa sólo han acudido sus majestades,
y su esposa, ademas de sus cuatro
hijos (
Leopoldo I–
pero la tradición ha dado paso a la polémica en el posterior desfile militar en el que, por protocolo, ya participan todos los miembros de la Familia Real. En la marcha, la imagen positiva para la Corona ha sido la participación de la heredera, Isabel, desfilando junto a sus compañeros de la Academia Militar. Mientras, en las carpas VIP, se mascaba la tragedia: al menos, lo suficiente para alimentar el papel cuché.
Niega la ruptura
Por un lado, el rent (57 años) acudió sin su esposa, Claire. Diversos medios aseguran que la pareja no convive desde la pasada Navidad, que celebraron enviando una foto de felicitación tomada un año antes. Tampoco es la primera vez que la princesa no acude a un acto oficial, pero en esta ocasión su ausencia ha venido acompañada de rumores de divorcio que el príncipe, saltándose todas las normas de discreción palaciega, ha querido negar: «No vivimos separados, eso no es cierto. No sé de dónde viene todo. Listo».
príncipe Lau
Pero el verdadero escándalo llegó con (53 años), artista y activista a la que los tribunales, tras ocho años de juicios y pruebas de ADN, reconocieron como hija de Alberto II y de la baronesa Sybila de Selys Longchamps, y, por lo tanto, hermana del Rey Felipe. Con un colorista vestido y tocado de Erratum Fashion, una firma para la que la diseñadora Siré Kaba se inspira en los vínculos del país con el continente africano y que, aunque fabrica sus prendas en Bélgica, reivindica la identidad mixta entre la metrópolis y sus colonias. Además, pretende que sus clientas tomen conciencia de la leyenda negra del país, principalmente durante el reinado de
cuando se vivió un auténtico genocidio en el Congo: entre 1885 y 1908, casi diez millones de congoleños murieron por una gestión criminal. Siré Kaba, belga de origen guineano, promociona sus prendas con un eslogan que Delphine puede tomar prestado como guiño a sus tensas relaciones paterno-filiales: «Debemos corregir los errores del pasado». Su vestido es una muestra de una personalidad comprometida que va a dar mucho juego en la Familia Real. Como dirían en América Latina, ¡menudo combo! Eso sí, un combo belga.
Leopoldo II,