El escaño de la rata

El precio de la luz, la ley de Memoria, Conde-Pumpido... Un respeto al múrido que entró en el Parlamento

O bueno del subidón de la luz es que encarece la obra de Juan Ramón Jiménez. ¿Cuánto tendremos que pagar por el kilovatio hora de claridad de Moguer? El inventor del aire acondicionado, Willis Carrier —pido para él un poco de memoria democrática en defensa de su lucha abnegada por el bienestar social—, ha abierto el melón clasista del contador eléctrico. Como en el antiguo Egipto, sólo los faraones pueden permitirse abanicadores. Pedro los tiene en los medios, en los tribunales, en los pasillos... Y en Tezanos. Mientras el CIS le abanica, Sánchez puede destrozar España sin sudar mientras su Gobierno memorialista del cambio climático nos fríe. Bebed agua del búcaro y callad, que vamos a quitar la cruz del Valle de los Caídos. Alabado sea nuestro salvador.

No tenemos ley de pandemias porque corría más prisa la revancha y este Gobierno no está para hacer dos cosas a la vez salvo para prohibir la carne y el neón. Nos comen la olla con que los jueces del Constitucional no han tenido en cuenta la situación política que se vivió cuando llegó el virus para soslayar que los políticos no tuvieron en cuenta la ley. Achuchan al fiscal jefe de Zapatero, ¡vamos, Cándido!, para que ladre a los magistrados ‘enemigos’ como un forofo tribunero: «¡Juristas de salón!», se desgañita el jurista de partido. Exhuman a fusilados para deshonrarlos con una ley que supuestamente dignifica a las víctimas... Últimamente me acaloro con mucha facilidad. No sigo porque estoy sudando a chorros y no me atrevo a poner el aire, que este mes me viene el seguro del coche y hay que guardar para el chiringuito.

Ayer me jugué los cuartos y enchufé la tele un rato. Primero vi una rata entre los escaños despidiendo a Susana Díaz y no era una viñeta de Nieto. Después, una bulla corriendo al alba en la playa de Torrevieja para pillar una cuartelada en la orilla. Por lo visto hacen cola de noche para lograr la mejor estabulación. Y entendí por qué tenemos este Gobierno. Poco nos pasa. Así que ruego respeto para el múrido, tan metafórico como el verso que hoy no podemos pagarle a Juan Ramón: «la luz con el tiempo dentro»...

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