ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Aragonès propone ahora un referéndum para antes de 2030
El presidente catalán no concibe que Pedro Sánchez no esté en la mesa de diálogo
Después de tantas promesas incumplidas, y los sucesos del otoño negro de 2017, el independentismo se había mostrado reacio a fijar fechas en el calendario con objetivos imposibles de llevar a cabo. Junts pel Sí se presentó a los comicios de 2015 prometiendo declarar la independencia en 18 meses, lo que no sucedió, claro, y ahora, el presidente Pere Aragonès asegura que Cataluña celebrará un referéndum de autodeterminación antes de acabar la década, nueva dosis de pensamiento mágico que, no obstante, no gustó al independentismo más ultra, que acusa de nuevo al líder del Ejecutivo catalán no tanto de prometer quimeras como de postergar la ruptura en aras del apaciguamiento. De lo que se trata es de aguantar y ganar tiempo.
El anuncio de Aragonès se produjo a pocos días de que el Gobierno y la Generalitat reemprendan las reuniones de la llamada mesa de diálogo, un foro que en ERC comienzan a temer que se vea descafeinado, empezando por la propia presencia del presidente Pedro Sánchez, que no está asegurada. La promesa de llegar a celebrar un referéndum antes de 2030 es en cualquier caso coherente con la estrategia de ERC, que lleva tiempo ya tratando de hacer llegar a su electorado, y al independentismo en general, que la ruptura con España no es para pasado mañana. Oriol Junqueras ya planteaba antes del verano que el secesionismo debe empezar a marcarse objetivos a diez o quince años vista, un planteamiento que, como el de ahora Aragonès, le valió la censura del independentismo más excitado.
Juegos de Invierno
La fecha de 2030 la apuntó Aragonès por coincidir con la hipotética celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno Barcelona-Pirineos, que serían, según el republicano apuntó en TV3, la ocasión para que Cataluña usara por vez primera su bandera en un acontecimiento mundial. Para Aragonès no hay aparente contradicción entre sus planes de ruptura y la organización y candidatura de un evento que se lleva a cabo en colaboración con el Gobierno. «No se trata de dejar la independencia hasta dentro de diez años ni decir que cualquier propuesta de desarrollo económico hace que renunciamos a la lucha por ese objetivo. ¿Alguien se piensa que si tenemos la posibilidad de obtener la independencia diremos que no porque tenemos que celebrar unos Juegos?», apuntó.
En la misma entrevista en TV3, el presidente insistió en que el Govern llevará a la mesa de diálogo el referéndum y la amnistía como propuestas para superar el conflicto y advirtió de que, si el Gobierno no da una salida democrática a la situación en Cataluña, «habrá inestabilidad»: «O esto se encarrila y se permite que esta apuesta y este margen de confianza tengan sentido, o en el día de mañana, y no sé en qué forma será ni quién lo hará, si nosotros como Govern o una nueva generación al frente del movimiento independentista, nosotros no renunciaremos a la independencia».
Si el Gobierno no da una «salida democrática» a la situación en Cataluña, «habrá inestabilidad», advierte el ‘president’
De igual modo, Aragonès apuntó que la sociedad catalana seguirá movilizándose y que el Gobierno de Sánchez debe cumplir el acuerdo de investidura con ERC que contempla la creación de la mesa de diálogo. «Si no se cumple, es evidente que todo salta por los aires», apuntó tras ser preguntado por si harían caer al Ejecutivo de PSOE y UP.
En esta línea, exigió compromiso al
Gobierno y voluntad de solucionar el «conflicto», afirmando que no entendería que el presidente del Gobierno, no estuviera en la mesa de diálogo del mes de septiembre. «Sabe la importancia que tiene esta mesa», apuntó.
El PSOE no se compromete
Precisamente, desde el PSOE prefieren tirar pelotas fuera con respecto a la presencia de Sánchez. Eva Granados, que ejerció ayer como portavoz del comité organizador del congreso que el PSOE celebrará en octubre, aclaró que la composición de la mesa no es una cuestión «tan importante» como la necesidad de diálogo y acuerdos, pero que serán los propios Ejecutivos quienes negocien a los participantes.
Respecto a la propuesta de referéndum antes de 2030, la respuesta fue de carril. «El presidente de la Generalitat ya sabe cuál es la posición del Gobierno de España y del PSOE (...) No creemos que un referéndum pueda solucionar nada, sino que ahondaría en las divisiones», informa