ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Muere el noveno militar de alto rango en Cuba en menos de dos meses
Según la version oficial del régimen, Félix Baranda Columbié habría fallecido de Covid-19
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) notificó el fallecimiento, el 28 de agosto, del general de división de la reserva Félix Baranda Columbié. Si bien no se precisó la edad, según la información difundida por los medios oficiales cubanos, el deceso de este general retirado se habría debido al Covid-19.
Este constituye el noveno militar de alto rango fallecido en Cuba en menos de dos meses. El primero en perecer fue el general de división Agustín Peña, jefe del Ejército Oriental de Cuba (18 de julio). Le siguieron: el general de brigada de la reserva Marcelo Verdecia Perdomo (20 de julio); el general de división de la reserva Rubén Martínez Puente (24 de julio); el general de brigada de la reserva Manuel Eduardo Lastres Pacheco (26 de julio); el general de brigada Armando Choy Rodríguez (26 de julio); Gilberto Antonio Cordero Sánchez (28 de julio), del que no se precisó el grado militar que ostentaba; el ‘combatiente’ Pedro Gerardo Gutiérrez Santos (1 de agosto); y el general de brigada de la reserva Arnoldo Ferrer Martínez (16 de agosto).
De todos los decesos, solo se anunciaron las causas de dos de ellos, el de Félix Baranda Columbié y el de Pedro Gerardo Gutiérrez Santos, causado por un tromboembolismo pulmonar, a sus 92 años. Esta falta de transparencia y secretismo ha generado rumores sobre posibles silenciamientos y graves disputas en el alto mando militar cubano después de las protesas históricas del 11 de julio pasado.
El primero y más joven de los militares fallecidos fue el general Agustín Peña, de 57 años, también miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde abril de 2021, quien se supone fuera el encargado de controlar el estallido popular en el Oriente de Cuba.
Los decesos de los primeros seis militares acaecieron en diez días, poco después de las masivas protestas en la isla, que se reportaron en más de cuarenta localidades del país. Estas manifestaciones, la mayoría de ellas pacíficas, fueron fuertemente reprimidas, miles de personas resultaron arrestadas y continúan siendo procesadas penalmente.
La ONG CubaLex ha reportado 874 arrestos, de los cuales permanecen en prisión 401. Muchos de los liberados se encuentran con medidas cautelares y están en espera de juicio. Por su parte, la organización Prisoners Defenders estima que la cifra de arrestados el 11-J y en las jornadas siguientes oscila entre dos mil y ocho mil. Desde entonces, en la isla se vive un clima de constantes tensiones debido a la fuerte militarización del país.
Disputas internas
Según informaciones filtradas a la prensa, el 11-J generó, además, fuertes disputas en el aparato militar cubano. Asimismo, los militares cubanos se hallan en el centro de las denuncias y sanciones internacionales por protagonizar la represión contra los cubanos que salieron a exigir sus derechos el 11-J.
El 22 de julio, la Administración norteamericana anunció sanciones contra Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas (FAR), y la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior (Minint), conocidos como ‘boinas negras’. Poco después se incluyeron en la lista al director de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), Óscar Callejas Valcarce, y a su subdirector, Eddy Sierra Arias. Una tercera ronda de sanciones se notificaron el 13 de agosto, esta vez contra dos funcionarios del Minint: el jefe del directorio político de la PNR, Pedro Orlando Martínez Fernández: y a su par en el Minint, Romarico Vidal Sotomayor García. Esto significa conlleva la congelación de las propiedades que tengan en Estados Unidos y se prohíben las transacciones estadounidenses con ellos.