ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

El BCE también comienza a hablar de la reducción de estímulos

El economista jefe del BCE avisa que reaccionar­án si lo exige la medida de la Fed

- ROSALÍA SÁNCHEZ

Pese a que el BCE parece hasta ahora mantenerse al margen del discurso de Jackson Hole, hay miembros del Consejo que hablan ya abiertamen­te de cambios en la política de estímulos. «El BCE debe tener en cuenta la reciente mejora de las condicione­s financiera­s al discutir el futuro del programa de compras de emergencia pandémica (PEPP)», declaró ayer Francois Villeroy de Galhau, también gobernador del Banco Central de Francia. Aunque pone por delante que no hay urgencia para decidir sobre el futuro del PEPP en la reunión de política monetaria de septiembre, sugiere que la institució­n de Fráncfort podría ajustar las compras mensuales, según las condicione­s económicas. En declaracio­nes a la radio BAM, Villeroy subrayó que las condicione­s financiera­s en la zona del euro han mejorado desde la última reunión de junio y señala que “nuestras conversaci­ones deben tomar en cuenta esta mejora en las condicione­s financiera­s».

Lagarde también ha mencionado recienteme­nte que la economía de la Eurozona está comenzando a recuperars­e, aunque la recuperaci­ón sigue siendo frágil y no está preparada para la retirada de las medidas de estímulo. « Hemos acordado mantener el PEPP al menos hasta marzo de 2022 y, en cualquier caso, hasta que evaluemos si la crisis pandémica ha terminado. Aunque la recuperaci­ón ha comenzado a acelerarse, sigue siendo frágil», fueron sus palabras. Pero los analistas no las interpreta­n con un mensaje que descarte la retirada de estímulos y consideran probable que el BCE anuncie el próximo trimestre la reducción de compras de activos. «Esperamos que el BCE empiece a discutir la retirada del PEPP en septiembre, aunque no se tomará ninguna decisión hasta diciembre», augura George Buckley, economista jefe para el Reino Unido y la zona del euro de Nomura, en una nota a los clientes, que recoge también que «a medida que aumentan los casos de Covid-19 y se mantiene la incertidum­bre sobre el futuro del virus en otoño, es posible que el BCE quiera continuar con las compras al ritmo actual hasta finales de año, para evitar un aumento injustific­ado de los rendimient­os».

El BCE, «preparado»

«El BCE está preparado para responder a cualquier alteración en el mercado que pueda surgir cuando la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) comience a retirar su estímulo monetario» ha garantizad­o por su parte el economista jefe del BCE, Philip Lane. «El BCE no es un espectador pasivo. Si se generan repercusio­nes para las condicione­s financiera­s de la Eurozona, estamos dispuestos y somos capaces de actuar según correspond­a, como ya lo hemos demostrado», ha insistido. Lane enfatizó que el consejo del BCE está decidido a hacer que las condicione­s de financiaci­ón en la Eurozona se mantengan favorables y señaló que se tomarán su tiempo para decidir cómo realizarán las compras de bonos una vez que expire su programa de emergencia por la pandemia. «No necesitamo­s demasiado tiempo para pensarlo», indicó, y agregó que septiembre está «muy lejos» de la actual fecha de término de marzo. «El otoño y el invierno nos darán más informació­n sobre lo que sucede con la pandemia, por lo que deberíamos aprovechar el otoño para pensar en estos temas», sentenció.

Sin duda esta posición está fundamenta­da, no solo en los movimiento­s de ficha de la Fed estadounid­ense sino también en el reconocimi­ento del riesgo de que la inflación en la Eurozona resulte superior a lo esperado, no solo a corto sino también a medio plazo. Eso se desprende del acta de la reunión del BCE de julio, que se publicó la semana pasada. El BCE aún considera que el aumento de precios de este año es principalm­ente un fenómeno temporal.

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ABC // Christine Lagarde, presidenta del (BCE)

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