ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La fundación sacó el Goya de su dotación fundacional para poder venderlo
El patronato asumió que se deshacían de él por debajo de su precio de mercado
El patronato de la Fundación SelgasFagalde aprobó por unanimidad en noviembre una declaración para sacar del inventario de bienes adscritos a la dotación fundacional los cuadros de Goya y El Greco. El órgano de gobierno de la Fundación, en la que está representada la Consejería de Cultura, recurrió a este atajo para sortear la prohibición de enajenar estos bienes estipulada tanto en los estatutos como en la Ley de Fundaciones.
Los estatutos, en su artículo 6, disponen que la colección artística debe mantenerse unida «sin permitir la dispersión de ninguna de sus piezas o elementos». En el artículo 28 se reitera que el conjunto de la Quinta, que comprende «colecciones artísticas», tiene «carácter de no enajenable». En las cuentas anuales de la Fundación, el cuadro de Goya figura en la partida de bienes del Patrimonio Histórico.
El artículo 21.1 de la Ley de Fundaciones dispone que la enajenación de bienes y derechos «que formen parte de la dotación, o estén directamente vinculados al cumplimiento de los fines fundacionales, requerirán la previa autorización del Protectorado, que se concederá si existe justa causa debidamente acreditada». El Ministerio de Cultura, a preguntas de este diario, explicó ayer que el Protectorado tuvo conocimiento de la operación de la venta del Goya mediante una comunicación. La Fundación lo había declarado como bien no dotacional y por eso comunicó la venta una vez realizada, y no antes, como dispone la ley. Los Amigos del Prado también habrían recibido un documento acreditando este movimiento. La Junta de Calificación, Valoración y Exportación declaró inexportable a un museo húngaro el lienzo de El Greco.
En las actas de la reunión del patronato de noviembre, en efecto figura la declaración referida por Cultura. Con el visto bueno de todos los patronos públicos –Consejería de Cultura, Arzobispado, Universidad y Ayuntamiento de Cudillero–, la Fundación ratificó los «acuerdos de venta de las obras de Goya y El Greco y su declaración de no ser bienes adscritos a la dotación de Fundación Selgas-Fagalde».
El patronato reconoció que los 3 millones acordados con el Prado estaban «probablemente por debajo del mercado, pero que habida cuenta de su destino final, ya en reuniones anteriores del Patronato, esta posibilidad, por su destino, se consideró más adecuada que otras a mejor precio». Los 6 millones que esperaban recibir por el lienzo de El Greco les daba la «tranquilidad de poder tener una caída de ingresos mayor y, sobre todo, un eventual cierre del hotel» de Sevilla.
Cultura esgrimió también que en el Registro de Fundaciones solo consta la dotación inicial y el cuadro de Goya no aparece en dicho inventario. Esto es así porque los Selgas, que durante años lo tuvieron en la Quinta como decoración, lo adquirieron como un «anónimo italiano» y luego fue atribuido a Corrado Giaquinto. No fue hasta 1993 cuando Jesús Urrea, entonces director adjunto del Prado, descubrió e identificó el ‘Aníbal’. A lo largo de esos 30 años, la entidad no ha comunicado oficialmente la atribución ni ha actualizado el inventario elaborado cuando en 1991 se constituyó la Fundación.