ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Los cofrades se rebelan: ¿fútbol sí y procesión no?
l culto público está suspendido porque la pandemia no permite concentraciones. Pero en el mundo de las hermandades suena un runrún desde hace varios meses que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, hizo estallar justo antes del verano al preguntarse en una homilía por qué no puede haber procesiones y sí toros, conciertos y ferias. «¿Es que somos los cristianos más contagiosos?». Todos los prelados españoles firmaron un decreto al comienzo de la pandemia para suspender las salidas procesionales en sus diócesis. Y todas las cofra
Los obispos de Jerez y Jaén ya las permiten, pero sin bandas de música y con distancia de seguridad entre los cargadores
Edías, sin excepción, han cumplido las normas a rajatabla el último año y medio. Pero la relajación de las medidas sanitarias ha llevado el nerviosismo a los cabildos de las hermandades, donde muchos reclaman ya que se retome la proclamación de la fe en las calles, que es una de las obligaciones estatutarias de estas instituciones religiosas.
Sin embargo, el debate también está provocando conflictos internos. Unos apuestan por sacar a sus imágenes titulares adaptando la procesión a las medidas vigentes. Otros creen que lo mejor es esperar a que se levanten todas las prohibiciones para sacar las cofradías a la calle sin alterar la tradición.
El primer paso lo dio en junio el obispo de Jerez-Asidonia, que firmó un decreto levantando el veto. «Dado que la situación de pandemia que padecemos ha amainado y las autoridades sanitarias ofrecen mayor margen para el culto público, abrogamos por este escrito el Decreto del pasado 8 de febrero por el que se suspendían todos los actos de culto externo organizados por hermandades y cofradías, y por parroquias, asociaciones y otros grupos de fieles». Pero el fin de la prohibición tenía matices. Sólo parihuelas pequeñas con los costaleros o cargadores al aire libre y sin bandas de música. En agosto ya se han celebrado en la ciudad gaditana varios viacrucis y traslados. Y esta semana se ha sumado a la medida el obispo de Jaén en idénticas condiciones: distancia de seguridad entre los portadores y nada de acompañamiento musical. Ya hay efecto dominó. Esta semana está prevista una reunión en Córdoba para sumarse. Obviamente, el obispo apoya la medida porque, como dijo en su famosa homilia, «los cristianos queremos ser como los demás, sin privilegios, con todas las medidas, pero necesitamos expresar públicamente en las calles la fe que profesamos, y esta necesidad viene recogida en la libertad religiosa de nuestra Constitución».
Detrás irá Málaga, que tiene previsto llevar hasta la Catedral para una exposición a varias imágenes sagradas con mucha devoción en esta ciudad el próximo 19 de septiembre. Lo harán en andas, no en sus célebres tronos, pero los malagueños ya han fijado la fecha como un acontecimiento en la ciudad.
Sin embargo, en la mayoría de las diócesis están esperando indicaciones de la Conferencia Episcopal para tomar una decisión, ya que las autoridades políticas desaconsejan aún las procesiones aduciendo la tasa de incidencia del Covid en muchas zonas. Y esta situación empieza a generar disputas en las instituciones cofrades, que piden a los consejos de hermandades que presionen para que se les otorguen los mismos derechos a los aficionados al fútbol o a los toros y denuncian que hay una fijación política contra los cristianos. La discusión tiene aristas internas. En Sevilla, el presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez, es tajante: «Si no se puede salir como se ha salido siempre, no salimos». Todo o nada. ¿Qué prima, el culto externo o la tradición? ¿Fútbol sí y procesiones no? Estas son las dos cuestiones que rebelan a los cofrades, que denuncian trato discriminatorio mientras discuten entre ellos cómo salir de esta.